No había día en el que Riku hubiera estado tan contento, fuera de su vida como idol y situación familiar, sentía que todo su esfuerzo era recompensado por dos brazaletes. Uno rojo y otro negro. Un detalle de pareja que vio en una película y tardó bastante para convencer al azabache en que era una buena idea. Después de todo, pasaban mucho tiempo juntos, pero no tenían nada que compartiera o confirmara de modo visual que estaban en una relación.
Y es que Nagi y Mitsuki continuamente intercambiaban prendas y algunos accesorios, además de que tenían el mismo colgante de Kokona mágica en sus celulares. Al pelirrojo le encantaban los detalles como esos, e Iori terminó cediendo a aceptar a comprar algo en pareja para acabar con la discusión.
—Bueno, podemos usar la excusa de Fly Away si las fans preguntan —fue el comentario del menor de los Izumi apreciando el brazalete. Aunque mentiría si dijera que no le gustaba, contenía con esfuerzo sus ganas de llamarlo adorable. Que al mayor le gustaran esa clase de detalles era en verdad un gesto adorable, muy esperado teniendo en cuenta su personalidad algo infantil. Iori se sentía avergonzado de estar casi igual de feliz que su novio por el detalle.
—¿Me queda bien el negro, Iori? A ti el rojo en verdad te queda. Aunque en realidad te ves bien con lo que sea.
—Sigo pensando que el rojo te quedaría mejor a ti —una pequeña sonrisa afloró a sus labios—. Riku-kun... —lo dijo en un tono bajo. Había hecho la promesa de comenzar a llamar al contrario por su nombre, pero todavía le costaba hacerlo, y más si sus compañeros estaban presentes. Y ni hablar de dejar de usar los honoríficos, no entendía cómo Tamaki podía hablar informal con tanta facilidad teniendo casi la misma edad.
El pelirrojo sonrió ante el leve sonrojo del contrario, Riku estaba feliz de sus esfuerzos a su petición, aunque decidió no lo remarcarlo.
Sin duda ese día quedaría en su mente por siempre. Tal vez tenían un avance lento, y con menos contacto afectivo que Mitsuki y Nagi (aunque en cierto aspecto habían llegado más lejos que esos dos en particulares circunstancias), pero agradecía cualquier momento que pudiera estar con el otro más que nada en el mundo. Incluso habían conseguido reservar un pequeño viaje como sub-unidad en un par de semanas a la playa gracias a su manager.
Su futuro parecía radiante, en todo aspecto hasta el momento. Lo único que necesitaba era el momento adecuado para hablar con su hermano, y después, conocer en persona a los padres de Iori. No había abordado el tema todavía, pero el deseo de hacerlo lo llenaba de euforia. Y por lo que sabía, Nagi también estaba esperando el momento para hacer lo mismo. Hasta podrían ir los cuatro juntos.
—¿Quieres que comamos algo antes de volver a los cuartos, Iori?
—Creo que sería mejor ir directo a ellos.
—¿Eh? Pero aún es temprano.
—Si querías seguir caminando debiste decir eso en primer lugar. Además, no por tener la tarde libre significa que podemos derrocharla como queramos.
—¡Derrocharla como queramos es el sentido de tener una tarde libre!
—Si no tuvieras el afán de procrastinar y te distrajeras con todo, sería más...
—No me distraigo con cualquier cosa —disminuyó el paso al tiempo que su mirada se perdía en otro lado—. ¿Ah? ¿Es Yamato-san?
—A eso mismo me refería...
—¿Con quién estará? —el pelirrojo dejó de caminar al ver a su líder con una chica a través del cristal de un restaurante por el que pasaban. Lo había reconocido a pesar de la capa de ropa extra que obstruía la visibilidad de su rostro, y aunque era posible confundirlo con otra persona, estaba seguro de que se trataba de él. Era algo inesperado verlo, había imaginado que había salido con Gaku, por lo que sin pensarlo mucho, Riku se dispuso a hacer alguna seña para saludar a Yamato.
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Revelándose a la naturaleza (Idolish7) (Yaoi) (Omegaverse)
FanfictionEn el mundo, a parte de hombres y mujeres, la sociedad se divide en tres géneros: Alfa, Beta y Omega. En el mundo del entretenimiento pocas veces revelan a los medios los géneros de los cantantes, e IDOLiSH7, el nuevo grupo que sube por la escalera...