"Ella de la realeza, yo de barrios de abundante miseria y tristeza, ella salía a lugar majestuoso, yo a las profundas agua del puente, comía de lo mejores manjares del reino, mientras yo debía comer lo que conseguía, miró por su ventana, el espléndido pueblo que se había formado, yo miré detrás de vidrios y botellas rotas el desastre de mundo que había en mis ojos. Ella la estaban arreglando para su boda, yo arreglando los errores de mi vida. Ella sintió que le faltaba algo en su corazón, no era feliz con todo lo que tenía, a su vez sentí que la lluvia sería la asesina de mis sentimientos, ella salió de su reino y se marchó por una mejor vida, ¿Quizás fue coincidencia que me haya ido también de ahí?.
La princesa cabalgó en una ruta segura, pero sin compañía, en eso se asustó por mi presencia, de ropa simple arrugada y manchada de fango depresivo, me suplico por no hacerle daño, pues quería ser feliz, le respondí:
-No hace falta suplicar por miedo hacerle daño, pues he vivido de las oscuras calles de su reino, su majestad, no soy algún malechor, soy un hombre noble y puro, empapado de temor a la maldad que hay en el mundo, no tenga miedo, soy de palabras sincera y puras.
Al oír esto de mi, se dio cuenta que ella era el peligro, pues juzgar a las personas por su aspecto es de mala gente."
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Un triste sueño logrado
RandomA veces para cumplir el sueño que siempre quieres, hay que sacrificar ciertas cosas, aunque duela, una pasión dificil de coincidir y verdades duras, nunca renunciar a lo que queremos lograr, el error más grande es dejarlo ir y ver cómo te lamentaras...
