Capítulo 4

3 0 0
                                    

"Con estragos de mi pasado casi me hizo actuar como los delicuentes que habitaban en mi barrio, se asustó y me dijo que si estaba muy ocupado, que se iba para dejarme tranquilo, a lo que sin pensarlo 2 veces, le pedí perdón, que mi comportamiento aún está atado a la moral que estuve allí, no tenía la intención de hacerle daño, solo defenderme, me cambio la mirada y en eso una estrella fugaz hizo la magia en esa noche, sus ojos brillaban igual que la luz que emite la vía láctea, un universo lleno de misterios que estaba cubierta de sus pupilas, pensé que estaba soñando o que en ese instante me habré muerto de delirios, no creí ver una belleza como esa nunca.
Al día siguiente toco jornada normal, fue increíble que se haya acostumbrado en tal solo 2 días, creo que se adapta bien en el entorno, fascinante mujer la que contemplo, yo me mataba en la cosecha y apenas terminaba volvía a mi hogar, preparándome algo simple, una once tal cual se debe, un pan con algo de queso y margarina, acompañado de un te algo caro, eso me alcanzó para la semana, pues el pago era suficiente para sobrevivir justo, no se podía ahorrar, se gastaba lo necesario. Alguien toco la puerta, era extraño, quien vendría a estas tantas de la noche, abrí y era ella, majestuosa ser que su divinidad me penetra el alma, me preguntó si podía acompañarla a ver sus nuevos planes, para eso debía ir a su casa, no tarde mucho para contestarle. En eso llegue mi su habitación era todo lo que jamás vi, un orden excelente, no había ninguna imperfeccion, estaba bien educada y limpia en sus higienes, me comentó que tenía suficiente dinero como para irse a un nuevo lugar, en donde se avecinan nuevas personas con ganas de tener empleados, que pagaban bien y su arquiler sería gratis, tanto fue sus detalles en lo que iba a hacer mañana, que quizás se estaba precipitando un poco, pues no llevamos ni unas semanas y quiere irse, algo nómade de su parte.
Le respondí que es sensacional su idea, pero que debería de conocer más, tomarse con calma las cosas y que pudiera de hacerse amigos en el pueblo, su sonrisa que estaba clavada en su rostro cambio de un momento a otro, no pude aguantar eso así que le invite a tomar algo en mi hogar, se dispuso a eso, porque le comenté que hablaríamos del tema. Llegamos y en eso, como para no tener que llamarla princesa, porque ha teníamos la confianza de hablarnos mutuamente, le pregunté su nombre, se volteó y me dijo...."

Un triste sueño logradoWhere stories live. Discover now