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Después de varias semanas en donde la vida de Olivia se resumía a escuela y salidas con Ismael a parques, ferias y restaurantes, Oli por fin iría al cine de nuevo, solo que esto se debía a que tendría una cita con Ismael, verían una película romántica que obviamente el chico había escogido.

Olivia fue por las entradas mientras Ismael esperaba en la fila para comprar las palomitas y los refrescos.

¡Hola Alan!.

—...

¿Alan?.

—Oh, pero miren quién regresó después de haberse ausentado un mes entero.

Sí... respecto a eso...

—No me des explicaciones, no las necesito.

¿Estás molesto?.

—¿Molesto?, ¿Por qué estaría molesto?, ¿Por el hecho de que desaparecieras por completo durante tanto tiempo y me dejarás solo?.

Bien, ya entendí señor sarcasmo. En verdad lo siento, prometo que no volverá a pasar.

—Mmm, no lo sé.

Oh, vamos, ¿Qué puedo hacer para que me perdones?.

—Bueno... mi turno termina en una hora, podrías, no sé, esperarme para que podamos ver una película juntos.

Me gustaría, pero no puedo.

—¿Por qué?.

Bueno... ¿Recuerdas que una vez te conté del chico que me gustaba?.

—¿Israel?.

Se llama Ismael; y sí, él me invitó a ver una película hoy, de hecho hemos estado saliendo desde hace tiempo, esa es la razón por la cual no he podido venir.

—Vaya, me cambiaste por Iván.

Ismael.

—Eso dije... Entonces, ¿Están en una cita?.

Así es, ¿Lo puedes creer?, estoy en una cita en el cine con mi crush y él es tan lindo, caballeroso, divertido...

—Sí, sí, me alegro por ti, amor, paz mundial y felicidad, bravo. Ahora, dime qué película verás para darte tus boletos, me retrasas la fila.

Alguien tuvo un mal día.

—...

En fin, dame dos boletos para "La propuesta".

—¿Verán una película romántica?.

Sí, la ocasión lo amerita.

—Claro... aquí tienes, disfruta tu película y suerte en tu cita con Iker.

Ismael.

—Eso fue lo que dije.

Olivia se dio la vuelta para ir a donde el pelinegro la esperaba ya con la comida, en cuanto se alejó Alan salió de su puesto para ir con Susana.

—Hey, ¿Crees que puedas cubrirme un rato?.

Claro, no hay problema, pero, ¿tú qué harás?

—Tengo un asunto pendiente que arreglar.

Alan, no vayas a cometer una locura.

—Descuida, no haré nada que no haya hecho antes. Solo serán unas cuantas travesuras.

PalomitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora