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—Gaby, ¿adónde vamos?—preguntó por tercera vez en el tiempo que llevaban caminando, Oli llevaba los ojos vendados y Gaby la guiaba desde atrás, sosteniedola por los hombros.

—No sería una sorpresa si te lo dijera—rió la pelirroja, giraron un par de pasillos y subieron unas cuantas escaleras.

—Huele a palomitas de mantequilla—masculló la joven mientras olfateaba cual sabueso.

Gaby comprimió sus labios para evitar soltar una carcajada. Siguió andando al tiempo que encaminaba a su amiga hasta su destino, una vez ahí, le quitó la venda.

—¿El cine?—preguntó confundida, viendo la gran sala donde se encontraban, estaba totalmente vacía, lo cual desconcertó aún más a la castaña.—¿Una película?, ¿Ver una película es tu sorpresa?.

—En realidad no fue idea mía, sino de Alan—admitió, encogiéndose de hombros.

—¿Alan?, yo no quiero hablar...

—Ten, antes de que comiences a reclamar, él dejó esto para ti—la interrumpió, extendiéndole un sobre a su amiga, quién lo tomó un poco dudosa.—Suerte, Oli—fue lo único que dijo antes de salir por las enormes puertas dobles de la sala.

Olivia desvió la vista del lugar por donde su amiga había salido para ver el sobre que tenía en sus temblorosas y sudorosas manos, lo abrió y extrajo una hoja arrugada que no tardó en desdoblar para poder leer:

Querida chica palomitas.

Primero que nada, quiero pedirte perdón por lo que hice, no sabes cuán arrepentido me siento. Lo que menos quería era hacerte daño y sé que lo hice, por ello no me atrevo a hablar contigo y decirte todo esto en persona, y es que no soportaría ver nuevamente esos ojos color miel mirándome con decepción y enojo, no podría soportarlo.

Quiero que me perdones Liv, no solo te lo pido con palabras, sino con hechos, pues recuerdo que una vez mi abuela me dijo que el perdón se gana con acciones que demuestren el arrepentimiento de la persona, por eso es esta pequeña sorpresa.

La sala es toda tuya, podrás disfrutar de la proyección de tu saga favorita en 4D. En la fila F, asiento 5, encontraras ropa, juguetes y varios objetos de Harry Potter.

Probablemente te estarás preguntando cómo conseguí que la sala fuera exclusiva para ti y todo lo demás, bueno, creo que debí decirtelo desde un principio...

Mi padre es el dueño del cine.

Sí, esa es la razón por la cual nunca fui despedido, por la cual tenía acceso a almacenes de donde salían tus regalos, la razón de que esta pequeña sorpresa se hiciera posible.

Espero esto compense el gran error que cometí.

Disfruta tu función
Disfruta tu nueva cita.

Atte: Alan.

¿Lista para una tarde de películas?al escuchar esa voz detrás de ella, Olivia no pudo evitar sonreir, rapidamente se dio la vuelta para encontrarse con Ismael, el chico llevaba la típica túnica, bufanda y sombrero de Harry Potter, además un bien dibujado rayo en su frente; en sus manos sostenía una bandeja con palomitas, refrescos y dulces.

Oli rió y corrió hacia el chico, quién dejó la bandeja a un lado para recibirla con los brazos abiertos y darle un calido y fuerte abrazo que dejó expresar el cuánto se querían y necesitaban el uno al otro, él la separo para acomodar un mechón de su cabello tras su oreja, acarició su mejilla y la besó.

Olivia supo entonces que no podía pedir una mejor cita que esa.

PalomitasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora