《Mitad X Mitad》Minato Namikaze☇/ En edición.

76. Kiiroi Senko's Day off.

Por la tarde de ese día, Shinato se dirigió a paso lento a la casa de Orochimaru. Le costaba tener que ver a Tsunade y a Jiraiya, porque después de todo, ella jamás les informo que no iba a volver a Konoha. Esperaba que no la odiaran por mal agradecida.

Grande fue su sorpresa que justo al entrar en la casa, fue recibida por Tsunade con los brazos abiertos. Ni siquiera le había dado la oportunidad de quitarse las botas negras.

No se dijeron nada, solo se abrazaron mutuamente.

- Así que ya volviste - Jiraiya apareció en escena con una sonrisa en el rostro difícil de ocultar.

En cuanto la peliazul lo vio, corrió a darle un gran abrazo. Los había extrañado tanto.

- Perdón... - se disculpo una vez estuvieron separados - Yo debí avisarles que no volvería... -.

- Tranquila - Tsunade la interrumpió - Lo importante es que ahora estás aquí. Vamos, levanta la cabeza, las princesas no la deben agachar -.

Sintió como la rubia llegaba hacia ella y le ponía una mano en el hombro. Jiraiya por su parte, le puso la mano en el otro hombro.
La peliazul se sintió tan nostálgica que no le tomó más de dos segundos echarse a llorar de la felicidad. Los mayores sonrieron y la abrazaron al mismo tiempo.

Después de aquel reencuentro tan nostálgico con sus maestros, fueron a la sala de estar y ella les contó todo lo que había pasado, claro, menos los problemas que habia tenido con Minato y Mara. Les explico también que iba a casarse y que se convertiría en la líder de su clan. Los mayores se emocionaron por ella, pero a la vez se pusieron tristes ya que sabían que ella se estaba casando por motivos que no convenían con el amor. Aun así, no comentaron nada.

Más tarde, en la cena, se encontraban conversando acerca de cosas triviales, cuando ellos lo mencionaron...

- Ya faltan menos de dos meses para que cumplas diecinueve - Tsunade le dijo emocionada y ella levanto la mirada de su plato de comida.

<< Ya casi pasa un año desde que todo esto comenzó...>> pensó involuntariamente mientras muchos recuerdos de lo que había vivido en ese año le inundaban la mente.

- Ya pronto volverá a caer el otoño - dijo en consecuencia de la fecha de su cumpleaños. Veintitrés de noviembre.

<< Minato, el cumplió los veinte en invierno y ni siquiera me di cuenta... la época en la que cae su cumpleaños es mi favorita...>> pensó en razón del cumpleaños de Minato. Veinticinco de enero.

Pensó en su amando, en que ahora no era feliz, pensaba que era por su culpa, ya que para estas fechas el tendría que estar casado con la Uzumaki, pero ella lo impidió.

- Gracias por la comida, y buenas noches - se despido cuando la cena acabo y dándoles un corto abrazo a sus maestros, se dirigió a su antigua habitación.

Camino observando con atención el lago del patio trasero y termino de entrar a su cuarto. Fue en el momento cuando lo escucho...

- Si no lo intentamos, como vamos a ser felices... -.

Juro haberlos visto en medio de la habitación aquel día tan especial para ella, y luego desaparecieron.

- Minato... - menciono en voz baja.

Cansada de pensar todo el día, fue directo a su cama, se recostó dejándose caer de espaldas y la vio, la pequeña cajita negra que Orochimaru le había mandado. La alcanzo estirando la mano al buro, la abrió y volvió a leer de nuevo las cartas.

- ¿Y si, me voy? - se preguntó en voz alta mientras observaba los pendientes con atención.

Shinato estaba considerando de nuevo la idea de ir a donde se encontraba Orochimaru. De nuevo le parecía una buena idea.

- ¿Puedo llegar a ser tan cobarde, y escapar de todo? - volvió a cuestionarse.

Dejo la caja en su lugar, acomodo su cabeza en la almohada para cerrar los ojos y comenzar a conciliar el sueño. Ya por la tarde se había puesto la ropa cómoda que solía llevar antes, así que no había problema si se quedaba dormida.

Intento no pensar en nada más y pronto concilio el sueño.

(...)

- ¿Que haces aquí? - un rubio muy molesto en ropa de dormir le preguntaba a una Uchiha con ropa de civil bastante provocadora.

Por la mañana, al rubio lo había levantado el molesto sonido de alguien tocando la puerta, ya era un poco tarde pero quería seguir durmiendo. Al abrir la puerta y saber quien se encontraba detrás de ella, le pregunto lo de antes, pues estaba molesto con ella por la actitud que había tenido con las visitas el día anterior.

- Vine a invitarte a desayunar - está le dijo suplicante.

El rubio negó rápidamente.

- No puedo - la rechazo - Tengo cosas importantes que hacer - le dijo viendo hacia otra parte.

- Pensé que no tenias misiones hoy - está le dijo confundida. Si antes le había preguntado al Hokage.

- Tengo algo que hacer con mi equipo - volvió a mentirle.

- Si quieres yo puedo ayudarte - la Uchiha sonaba muy emocionada.

- No lo creo - este le respondió cortante - Y lo siento, pero ya se me hizo tarde - sin mas, le cerro la puerta en la cara y se dirigió de nuevo a su habitación.

Ahí, tomo su acostumbrado uniforme de shinobi y avanzó hacia el baño para darse una buena ducha. Pensándolo bien, si iría con su equipo, los invitaría a comer o cualquier cosa que se le ocurriera.

Una vez listo, salio de su casa y fue a buscar primero a Rin a su casa. Desgraciadamente no estaba según lo que le había dicho su madre. Después se dirigió al distrito Uchiha en busca de Obito, pero este tampoco estaba en casa, según su abuela había salido muy temprano. Por último, fue a la casa de Kakashi, a este si lo encontró.

- ¿A que se debe su visita? Minato-sensei - le pregunto cuando abrió la puerta. El rubio le sonrió.

<< Siempre tan indiferente...>> pensó divertido mientras lo veía.

- Bueno, hoy no tengo nada que hacer, así que pensé que sería divertido si los cuatro íbamos a comer algo por ahí - le explico.

El peliplata se le quedo viendo un tanto extrañado.

- Está bien- acepto mientras salía de su casa y cerraba bien.

En el camino, Kakashi le pregunto que si iba a ir a por Rin y Obito, entonces Minato le explico que ya había ido antes y estos no se encontraban en sus respectivas casas, también le dijo que podían correr con la suerte de encontrarlos en el centro de Konoha.

En efecto, lo que el rubio le había dicho al ultimo se hizo realidad. Obito y Rin se encontraban en el centro de Konoha, y para sorpresa de los dos, iban de la mano de Shinato mientras le decían muchas cosas.

El rubio pensó de inmediato que era mala idea que los vieran, pero Kakashi no sabia nada...

- Obito, Rin - les llamo el peliplata cuando se acercaron un poco mas.

El primero en escucharlo fue Obito y a rastras se llevó a las dos mujeres que llevaba de la mano. Enseguida la peliazul puso la mirada en Minato y después observó a los tres niños.

<< ¿Que haremos ahora? Ellos aun no saben que nuestra relación cambio...>> pensó el rubio al instante y le pareció que la peliazul también pensó de igual manera...