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Pasado Mrs. Hall

Capítulo dedicado a: MalkaSanchez

Caminé lentamente hasta la mesa. El desayuno ya estaba servido y él me esperaba para desayunar. Después de tener sexo o hacer el amor como él lo llamaba me miró y pude ver dolor en sus ojos. Lo ignoré.

Detestaba que quisieran hacerme sentir culpable. Detestaba eso. Nadie entendía mi dolor. A nadie le importaba. Al parecer el único que sufría era él.

Yo no.

Desayunamos en silencio. A mi no me importaba, mientras menos lo escuchara, mejor.

—¿Por qué? - preguntó con voz quebrada.

—Ya no te soporto. - respondí. No podía más. Estaba harta de soportar esto. Su obsesión su posesión. Ya no podía más—. Quiero que me dejes ir ahora mismo.

—¿Para qué? ¿Para irte con él? Por si se te olvida... Estás embarazada de mí y casada conmigo... eres mía - me puse de pie furiosa.

—Y si así fuera ¿Qué? - pregunté desafiante. Él se paró de su asiento y me miró directamente a los ojos.

—No me hagas convertirme en un asesino... soy capaz de matarlo - aseguró y mis ojos se abrieron desmesuradamente.

—¿Por qué no puedes dejarme ir? ¿Me has odiado toda tu vida y ahora me quieres? Hubo un tiempo en que yo te quería y no fui suficientemente buena para ti. Ahora no quiero estar contigo y tienes que aceptarlo... No me puedes obligar a estar contigo. ¡No te amo! ¡Te detesto! Estás haciendo de mi vida un completo infierno - sin más me alejé de la terraza y justo cuando estaba por llegar a nuestra habitación, para alejarme de él, sentí sus manos deteniendo mi avance.

—Tengo suficiente amor para ambos. Voy a hacer que me ames tanto... Lo juro - aseguró. Sollocé en su pecho mientras me abrazaba y sin poder sostenerme más sobre mis piernas, dejé que me tomara en brazos.

Me llevó a la sala y se acomodó en uno de los mullidos sofás, de tal manera que quedó abrazando mis enorme cuerpo de embarazada.

Me fui clamando poco a poco y los recuerdos de lo que fue y desencadenó nuestro primer beso, asaltaron mi línea de pensamiento.

*****

Traté de alejarme, pero sus brazos envolvieron mi cuerpo y su beso se tornó más ansioso.

Él me besaba con tanta ansia que sentía que me iba a devorar. Yo no deseaba sus labios sobre los míos. Sólo quería los de David.

Sí. David había sido mi primer beso.

Lo empujé lejos de mi con toda la fuerza que fui capaz de reunir y cuando por fin se alejó, molesta le giré la cara de un sólo bofetón. Muy furiosa.

—¡Aléjate de mi! ¿Por qué me besas? - pregunté limpiando su beso de mis labios con el dorso de mi mano. Ese gesto le dolió.

Se acercó a mí y con lágrimas en sus ojos, sonrió con tristeza.

Viéndolo bien, él no se parecía en nada al chico que había visto hace siete meses. El chico que estaba frente a mí, estaba muy delgado, tenía ojeras muy marcadas y se veía destrozado emocionalmente, sin embargo,  parecía feliz de verme.

Todo muy confuso.

El Jean que yo conocía, siempre estaba impecablemente vestido, fuerte, perfecto. No este zombie.