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El camino en la camioneta fue bastante incómodo. Esa mañana Niall y Harry habían despertado incluso más enrollados entre sí; la pierna de Niall sobre el torso de Harry, el bazo del castaño debajo del cuerpo del rubio mientras que su otro brazo pasaba por encima de su cabeza, mientras que Niall mantenía su rostro escondido en el cuello de Harry. Ambos despertaron con un terrible dolor de espalda, completamente sudorosos y un feroz sonrojo en sus mejillas.

Gemma por otro lado se encontraba manejando enojada, pues en cuanto Niall y Harry regresaron a la camioneta a primera hora de la mañana, la mayor de los Styles no paró de gritarles cómo fue que pudieron haberla dejado durmiendo completamente sola en la camioneta mientras que ellos compartían una cálida cama. Ambos lobos solo repitieron un par de disculpas mientras que emprendían el camino de regreso a casa.

Ya se encontraban a menos de cinco minutos de distancia cuando Niall escuchó a los dos hermanos murmurar cosas entre ellos en los asientos delanteros.

—¿Jem aún sigue allá? —escuchó a Gemma decir primero, antes de observar un asentimiento por parte de Harry— ¿cuándo va a regresar a su casa?

—Dijo que puede quedarse un par de semanas con nosotros antes de tener que regresar con su familia.

—Mmm —Gemma no hizo nada más que hacer un pequeño zumbido con su boca en señal de comprensión, antes de aparcar el vehículo frente a la cabaña.

Niall agradeció haber llegado tan rápido, pues moría por poner de nuevo sus pies en la tierra antes de tener que escuchar una conversación entera girando alrededor del chico que, por alguna razón, no le agradaba en lo absoluto.

Caminó detrás de los dos alfas por el vereda de gravilla hasta que Harry abrió la puerta de par en par. El alivio de Niall duró poco en cuanto lo primero que vio fue el delgado cuerpo del castaño de ojos azules arrojarse sobre Harry, enredando sus brazos alrededor del cuello del rizado.

—Te tardaste demasiado —escuchó a Jem murmurar contra el cuello de Harry—, dijiste que solo serían unas horas.

Con Jem aún en sus brazos, Harry logró avanzar hasta el salón principal, en donde Liam, Newman y Louis se encontraban.

—¡Ewww! —exclamó Newman con una mueca— guarden la muestra pública de afecto para la habitación.

Louis abrió la boca para decir algo más, pero el salón se sumió en silencio en cuanto Niall se abrió paso entre los dos alfas.

—Hola —dijo con incomodidad, suponiendo que no habían olvidado lo que había dicho el día anterior.

—Hola —respondió el resto, con sus voces acalladas.

—Emm, escuchen —balbuceó Niall, nervioso— lamento lo que dije...

—Está bien —lo interrumpió Louis de inmediato, agitando su mano hacia adelante, demostrando desinteres— sabemos que lo dijiste porque Harry estaba sacándote de tus casillas.

—Aunque —intervino Liam— tal vez deberías hablar con Jonah, él si se veía un poco molesto. No ha salido de su habitación.

Niall de inmediato se sintió mal, dejándose caer en el sofá junto a Newman, quien de inmediato arrugó su nariz, como si hubiera interceptado un olor desagradable.

—Wow —se quejó el moreno, agitando su mano sobre su nariz, intentando disipar el olor— ¿qué has estado haciendo con Harry?, tienes su olor por todo el cuerpo.

Todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo para prestarle atención a las palabras de Newman, quien solo se acercó a Niall para darle un par de olisqueos, antes de lanzarle una mirada pícara acompañada de una sonrisa sugestiva.