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Niall terminó de vomitar las últimas gotas del líquido negro. Sacar esa sustancia de su cuerpo fue casi tan insufrible como ingerirla. El ardor de los jugos gástricos mezclados con la putrefacción de la sangre de vampiro solo hizo a Niall querer arrancarse la cabeza para terminar con su tortura. Pero no lo hizo, de alguna manera, la mano pesada y caliente de Harry paseándose sobre su espalda, en un intento de reconfortarlo, lo ayudó a continuar.

—Creo que eso era todo —dijo Zara, pasando a un lado de Niall, quien estaba aún inclinado sobre el retrete, y abriéndose paso entre ambas manadas, que se habían arremolinado en la puerta del baño.

Se sorprendieron de ver a Harry entrar apresurado con un Niall semi-desnudo en brazos, cargándolo directamente al baño.

—Aún sigo sin poder creer que hayas sobrevivido tanto tiempo con esa porquería en tu estómago. La sangre de vampiro está, básicamente, podrida.

─Soy irlandés, si mi hígado puede soportar cantidades exorbitantes de alcohol, creo que puede con algo de sangre vampírica ─Niall luchó por responder, limpiando los restos de vomito de la comisura de sus labios.

Zara río, volviéndose hacia Harry solo para señalar en su torso desnudo, una mordida cercana a su hombro.

─Será mejor que limpiemos eso, antes de que se infecte.

─En un momento.

—Iré a hacerle algo de té —informó Selene, antes de caminar entre los lobos hasta las escaleras.

Ambas manadas, que se encontraban estrujados en el pasillo observando atentamente lo que ocurría dentro del baño, se miraron entre sí.

—¿Qué pasó ahí afuera? —inquirió Jonah, quien se encontraba mirando en primera fila.

—Es una larga historia, y tengo que llevar a Niall a descansar, así que, si me permiten.

Harry extendió su brazo al alcance del beta para ayudarlo a levantarse del sucio suelo del baño, lanzándole una segunda mirada a sus pálidos y delgados muslos blancos apenas cubiertos por la camiseta que Harry le había prestado minutos atrás.

─¿Debería llamar al doctor Green? ─preguntó Zara, antes de que Harry y Niall pudieran abandonar el baño.

─No creo que sea necesario molestarlo haciéndolo venir hasta acá ─dijo una chica de cabello oscuro y rasgos pakistaníes, que Niall no pudo identificar─, podemos llamar a nuestro doctor, está más cerca.

Tanto Zara como Harry se miraron un poco reacios, sin embargo, ninguno de los dos tuvo tiempo de protestar, pues Niall ya estaba arrastrando al alfa de los Styles fuera del baño, atravesando a la pequeña multitud que se había arremolinado en la entrada para enterarse que ocurría con el muchacho rubio.

Ambas manadas le abrieron paso a Harry entre el pasillo, quien tomó a Niall de nuevo entre sus brazos, para llevarlo directamente a su habitación.

En cuanto lo dejó en la cama, Niall arrojó enfurecido una almohada a su rostro, dirigiéndole una mirada amenazante.

─Habla­­­.

El alfa suspiró.

─Antes que nada ─comenzó el castaño─, juro que pensé que estaba besándote a ti.

Niall no pudo evitar soltar una risa incrédula y carente de humor, negando con la cabeza, antes de regresar a su expresión seria al darse cuenta de cuan enserio estaba hablando Harry.

─Es la típica excusa que el novio infiel le dice a la estúpida novia después de haberse acostado con al menos treinta otras mujeres ─exclamó molesto─ "¡pensé en ti todo el tiempo!"