Capítulo 3. Nueva Facción

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Capítulo 3. Nueva Facción

Prov Rapunzel

Cuando las puertas se abrieron todos comenzaron a correr, les seguí el paso con Merida junto a mí ¿Esto se llama libertad? Porque me gusta como se siente, el aire acariciando mi rostro, el cielo está despejado y nosotros corremos por la calle hasta las vías del tren donde intentaré subir a uno. Miro a Merida que observa con cierto desagrado a un chico que está a unos metros de distancia.

-Oye ¿Por qué lo miras? -le susurre y ella solo me contestó con un bufido. El chico nos mira y se dirige hacia nosotras.

-Hola Mer y... -me toma la mano y la besa, pero la aparto del asco

-Rapunzel Haddock -dije con indiferencia

-Soy Hans

En eso un chirrido se escucha al final de la avenida, se dislumbró la estructura metálica, varios se estaban preparando para saltar. El tren baja un poco la velocidad pero no la suficiente, esperan que saltemos hacia el interior de los vagones, la primera en correr es Merida, después los otros, yo soy la rezagada, la vía estaba por terminarse, otra vez siento el subidón de adrenalina lo logro en el último segundo y me sujeto con fuerza de la varandilla del vagón, Merida toma fuertemente mi brazo ayudándome a subir. Jadeando a un lado de la puerta Merida sonríe puesto que somos las únicas en este vagón, bueno a excepción de una chica de cabello negro hasta los hombros que tiene cierta apariencia de chica gótica.

-Oye, ¿Por qué cambiaste de Facción? -preguntó Merida logrando sacarme de mis pensamientos

-Sólo quería libertad -dije con simpleza dedicándole una sonrisa. 

El resto del camino fue invadido por un incómodo silencio, hasta que la chica pelinegra nos avisó que era la hora de saltar hacia un tejado, varios iniciados llegaron a salvo, Merida me ayuda a levantarme y juntas de la mano saltamos hacia la superficie. Ruedo por el piso varias veces hasta detenerme junto a la pared, lo primero que siento es dolor en la espinilla derecha, levante un poco el vestido del cual la falda estaba hecha jirones y observé que una delgada línea color rojo adornaba mi espinilla, ardía mucho pero no le di importancia, ya que me preocupe por la corona de flores, es lo único que me ayudará para recordar a mi hermano, fue un regalo suyo cuando cumplí doce. La encontré en manos de mi nueva mejor amiga.

-Esto es tuyo -dijo con una sonrisa, le sienta bien

-Gracias -la tomé de sus manos y la transformé en una pulsera. Ella se sorprendió y le expliqué que es un regalo de mi hermano, en cuanto lo mencioné Mer (así le digo de cariño) se sonrojó levemente, creo que le gusta mi hermano. Iba a decirle algo cuando un chico rubio, alto, musculoso y de ojos dorados se presenta y todos nos reunimos alrededor suyo. 

-Hola chicos, mi nombre es Kristoff, soy uno de los líderes de su nueva Facción -dijo con suficiencia a la vez que examinaba a todos los iniciados y detiene la mirada sobre nosotros, los trasladados-. Veo que no hay Abnegados este año pero si de Cordialidad, bueno para demostrar que son los suficientemente capaces de pertenecer a Osadía deben saltar hacia eso -señaló por debajo del tejado, casi de inmediato todos observamos el fondo, nada, solo un agujero entre una capa de cemento- ¿Alguien quiere saltar o acaso son unos niños de mami? -ese comentario me sacó de mis casillas

-Yo lo haré -mi voz sonó tan diferente que me sorprendí de que mi tono fuera tan serio y frío. 

-Está bien, salta -se burló Kristoff

Subí como pude al barandal de concreto. Respiré hondo y salté sin pensar, el aire me abrazaba, el ruido de éste vibró por todo mi cuerpo hasta que caí sobre una red, me quedé ahí unos segundos para asimilarlo, lo logré, nunca en mi vida hice nada más osado. La red se tensa y me muevo hasta el borde donde unas manos fuertes me bajaron al suelo, al principio no vi el rostro de quien me bajo, ya que mi cabello me bloqueó por un momento la vista. Lo aparté de mi cara y me topé de nuevo con esos ojos azules.

The Big Four in DIVERGENTWhere stories live. Discover now