Lloraras por Mí ❤ (Stony)

7.- Verdades

Steve regreso al departamento pero Tony no estaba en él.

Suspiró pero estaba preocupado. Tony no salia de la casa. Al menos sin él. Aunque tal vez había ido al cine o al mercado, ese omega era un glotón.

Comenzó a recoger las cosas, su casa nunca había estado tan desordenada. Sonrió para sus adentros, pensando en lo apático que siempre fue y ahora con un omega pequeño que no media mas que un adolescente.

Pero estaba feliz, es decir Tony era demasiado para él. Pero no se imaginaba volviendo a su horrible soledad, su vida seria vacía sin él.

Miró hacia su chaqueta donde estaba el medicamento que Banner le había dado...

¿Y si por una vez en su vida era egoísta? ¿Si dejaba que Tony completara el cambio sin decirle? ¿Por qué no callaba a su torpe conciencia?

El alpha rubio sacudió la cabeza. No le podía hacer eso; Tony tenia un alpha y tal vez lo amaba. Era cruel y era injusto. Si tan solo pudiera ofrecerle más...

—Hola– el omega sacudió su mano frente al rostro del rubio.

—Tony– Steve lo abrazo.

—¿Dónde estabas?

—Fui al taller de la otra calle, deje una nota...– el castaño estaba feliz, su alpha no lo abrazaba todo lo que a él, le gustaría que lo abrazará.

—No la ví.

—¿Qué pasa?

—Nada– enterró mas la cara en el cuello del omega.

Olía tan bien. Era tan suave, tan irritante, tan adorablemente cansado amarlo... Steve se aparto y miro a los ojos a Tony.

Lo amaba. Lo amaba tanto, que no podía herirlo. No podía dejarlo a su lado si tenia algo mejor.

—Te amo, Tony.

—Hay Steve, yo también te amo.– lo beso, con el sentimiento tan profundo que le despertaba. —¿Esto es por qué me mentiste, verdad?

Steve se separo de golpe y aparto las manos de la cintura de Tony.

—¿Lo sabes?– Steve le dio la espalda y Tony se recargo en él.

—Pues como mentiroso eres mejor matemático, cariño– río por lo bajo.

—¿No estas enojado?

—¿Por qué? ¿Por qué me salvaras la vida? ¿Rescatarme de un hospital? ¿Cuidar de mí, darme un hogar?– Tony quería que Steve lo mirara, pero el alpha no parecía dispuesto.—Gracias, Steve.

—¿Ya sabes, quien eres?

Ahora fue el turno de Tony de callar; si le decía que si, tendría que irse. Si le decía que no, no le iba a creer.

—Vagamente. Solo sé, que no somos pareja.

—Estuve con Banner...

—Si. Yo también charle con él.

—El medicamento esta dentro de mi chaqueta...

—¿Quieres que lo tome?

—Es tu decisión Tony...

—¿Quieres que las tome?

El alpha pudo apreciar el dolor en la voz del omega.

—De acuerdo.– Tony molesto tomo un vaso con agua, buscó las píldoras, tiro la chaqueta al piso y saco la pastilla.

—No la tomes.– Steve detuvo su mano —Por favor, Tony, no la tomes. Se que a mi lado no lo tendrás todo, pero por ti me esforzaré. No quiero perderte. No así. No sin una oportunidad.

—Idiota, rubio. Tú eres el único alpha para mi.

Tony sea le abrazo y Steve le beso la cara la frente los labios.

—Llegaremos tarde a la mugrosa boda, de la mugrosa rubia resbalosa.

Steve sonrió.

—¿Como es que con ese tamañito puedes ser tan celoso?

—Te debe gustar mucho dormir en ese sillón– los ojos del castaño brillaron con maldad.

Steve sonrió no le agradaba para nada ir a la boda de Bucky y Sharon, pero era porque Tony se ponía ansioso con otros alpha.

Pero si se negaba Tony se haría ideas equivocadas, así que se arreglo a regañadientes.

—Si te incomodas nos vamos. Solo estaremos lo necesario para felicitar a ese par y luego volvemos a casa. Tenemos algo mejor que hacer. Steve lo beso y le acarició el trasero para dejarle claro de que estaba hablando.

—No vamos a quedarnos quiero ver a esa zorra omega bien casada y lejos de ti.

—Te amo, Tony.

Eso aplaco los celos un poco, pero solo un poquito de Tony. Ya dolo esperaba recordar todo lo que paso en su vida y no solo fragmentos. Así podrían ser felices.