ALWAYS WITH YOU ⋈ [The Maze Runner]

6.

Capítulo VI:

Matteo

«0800 de la mañana»
En alguna parte de los recintos de CRUEL

— Ya ha pasado dos semanas, debería de saber algo sobre ella, al menos saber en cuál de los laberintos la han reubicado.— Pasé una mano por mi cabello, frustrado.

— No creo que sea buena idea, Matteo, no te estreses demasiado con eso, las cosas deben de calmarse para que puedas enterarte sobre el estado de ____.— Dijo dándole un mordisco a su manzana.— Trata de pensar en otra cosa

— Se me hace imposible Jack, siento que fue mi culpa que la enviaran a ese lugar.— Bajé la cabeza.— Además de que hice que se alejara de ese rubio al elegirme a mí en vez de a él...— Murmuré.

— No empieces con tus paranoias.— Me dió un pequeño golpe en el hombro y se levantó.— Sabes que ella esta bien, y que te eligió a ti porque te quería ¿Cierto?.— Dijo sin moverse.

— Para que lo recuerdes, el imbécil en esta habitación eres tú.— Me reí.— Y obviamente sé que ella está bien, solo me gustaría comprobarlo. Y sé que me quería o quiere, si es que me recuerda, pero su primer amor fue Newt

— Ajá sí, ya lo veremos. Debo irme, mí turno con las pruebas empieza pronto, nos vemos luego hermano.— Dijo sin mirarme y salió del comedor.

«1400 horas, en la tarde»
En la sala de archivos de CRUEL

— Nada.— Pasé de página.— Nada.— Continué.— Y... ¡Nada!

— ¿Qué haces guapo?.— Dijo una voz femenina apoyada en el borde de la puerta.— Tú sabes que tu puesto no te permite revisar los expedientes de Ava

— Ah, hola Teresa.— Dije nada sorprendido.— No los revisaba, solo los estaba ordenando, Janson los dejó regados por mi mesa cuando buscaba no sé qué demonios.— Guardé la foto de Ava cuando era joven, justo cuando empezó a trabajar en este enfermizo proyecto.

— Eso espero, ya sabes cómo es Ava en este aspecto, y no me gustaría que una cara tan linda como la tuya.— Colocó sus manos en mis mejillas y me miró sugerente. Yo me mantuve sin expresión.— Deba de sufrir por su curiosidad.— Acercó su rostro al mío aún manteniendo esa mirada.— De verdad, sería una pena

— Sí, bien.— Me alejé.— Creo que tú tienes trabajo, ¿verdad?

— No es necesario que me heches, ya me iba.— Se acercó nuevamente a la puerta.— Pero puede que luego tenga una interesante propuesta para ti, Matteito.— Me sonrió "inocente", aunque dudo que haya algo inocente en su cuerpo.