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Ha pasado un tiempo, no sé si mucho o poco. Ya no cuento los días desde que te marchaste, no quiero saber hace cuánto me haces falta, no quiero que tú tacto sobre mi piel desaparezca así como si nada, no quiero que te disperces como un simple sueño. Ojalá me hubieras llevado contigo, seríamos felices caminando sobre las nubes. Ajenos al dolor, ajenos a las personas, solo nosotros dos.

La luz del televisor encendido es lo único que logra alumbrar mi deprobable silueta. Otra vez me encuentro dando vueltas en el suelo. Mi mente, como siempre, lo único que hace es pensar en cómo llegar a donde sea que estás tú; pero aún debo soportar todo lo que has soportado.

Hoy es viernes, o talvez martes. Talvez sean las 8 de la tarde, o las 6. La verdad que eso no importa, solo se que el sol no se encuentra en lo más alto. El cansancio de noches sin dormir se está apoderando de mi, aunque quiera permanecer con los ojos abiertos con la idea de que si llegas a cruzar la puerta tal y como lo hacías antes caigo dormido.

NERVOUSWhere stories live. Discover now