11

147 22 4
                                    

- 3 meses después . . .

- ¿Sabes? Aún sigo pensando en aquel día - menciono mientras sostengo tu suave mano.

- ¿Cuando te encontré en aquella fiesta? - me respondes más sereno de lo que esperaba. Tan sereno como el aire que nos rodea en este momento.

- Uhm... Sí, me es inevitable.

- Entiendo.

¿Realmente lo entiendes? ¿Entiendes que quizás ahora mismo no estaríamos caminando tomados de la mano? ¿Qué quizás yo no estaría aquí físicamente? ¿Entiendes que desde aquel día todo parece una hermosa fantasía?

- Yo también pienso en aquel día, pero más que todo pienso que hubiera pasado si no te ayudaba - tu mirada oscurece más de lo normal, tu aura se vuelve fría por unos invisibles segundos. Esta faceta tuya me atemoriza, te dejas llevar por tus pensamientos y pareciera que tal vez estos no te dejarán volver a la realidad nunca más.

- Si no me hubieras ayudado seguro despertaba bajo algún árbol del primer parque que encontrara - digo para aliviar el momento - agradezco que me hayas ayudado aún en el estado que estaba - agrego, por un momento me arrepiento de haber sacado este tema a la luz.

- Sí, solo quiero que sepas qué yo... - te interrumpes a ti mismo para señalar algo en la distancia - Mira! ¿Quieres pedir algo?

El sol no me deja ver bien así que no logro distinguir que es aquello que está rodeado de personas, te miro a los ojos buscando algun tipo de respuesta y estos lo único que hacen es brillar como si la luna los alumbrara aún en pleno día.
Te respondo que si sin saber que quieres, cuando nos acercamos leo que se trata de un carro con bebidas, con el calor que hacía obviamente que iba a estar hostigado por un montón de gente.
Luego de un rato que hubieras hecho nuestros pedidos te acercas a mí con dos vasos de plástico en tus manos. En ese lapso me tomo el tiempo de observarte de pies a cabezas, sigo sin entender tu hermosura en todos los sentidos. No me doy cuenta que me quedé viendo un punto fijo de tu blanca remera cuando estás lo suficientemente cerca de mí que si hago algún movimiento hacia adelante me chocaría contigo.

- ¿Todo bien Hansol? - preguntas dándome uno de los vasos.

- Si sólo es que... Me di cuenta que te amo demasiado y tengo miedo de que todo esto realmente sea un sueño.

- Hansol, amor, te prometo que todo esto no es un sueño, yo estoy aquí de verdad no tienes por qué tener esos miedos - tomas mi mano y la apoyas en una de tus mejillas, estar contigo es tan consolador. - ¿Quieres volver a casa?

Asiento perdiendo mi mirada de nuevo en tus ojos, nos damos la vuelta y empezamos a caminar en dirección contraria que antes. A mitad de camino nuestras bebidas ya se habían terminado así que comodamente íbamos abrazado por la cintura, si alguien nos viera en este momento pensaría que es imposible separarnos, incluso yo pienso eso.

Al llegar a casa te separas de mí para poder abrir la puerta, por un momento se siente como aquel día pero rápidamente borró esa torpe sensación. Una vez ambos dentro lo único que hacemos es mirar un película en el sillón más grande de la sala, no sé en qué momento el filme habría terminado ya que la mayor parte del tiempo estuvimos abrazados, dándonos alguna que otra caricias y de vez en cuando un ligero beso. Supongo que empezamos a perder la noción del tiempo cuando estos besos se volvieron más desenfrenados, ya no era la misma imagen tierna que al principio.

- Será mejor que subamos - te escucho susurrar mientras mis labios se concentran en tu cuello.

Y mientras subimos y nos dirigimos a nuestra habitación riéndonos por el momento que se avecinaba, deseo que de nuevo no rompas tu promesa y que al despertar aún estés a mi lado.

NERVOUSजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें