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A la noche llego a la casa de seungkwan y logro divisar que la fiesta está un poco fuera de control. La música está al máximo parece, creo que hasta los vecinos están en la fiesta si no se estarían quejando del ruido. Cuando entro intento buscar con la mirada a alguno de mis amigos pero no obtengo ningún resultado, al parecer la mayoría de las personas que asistieron son completos desconocidos

A base de empujones logro llegar a la cocina dónde se ve que hay toda clase de licores, yo prometí no volver a tomar así que sigo con mi búsqueda. El patio de la casa está ajeno a la fiesta, la poca gente que hay afuera están hablando tranquilamente y riendo. Puedo ver que en el borde de la piscina vacía están sentadas las pocas personas que conozco así que decido ir hacia allí.

Han pasado los más incómodos treinta minutos de mi vida, creo que todos menos seungkwan están borrachos ya que él fue el único que me dirigía la palabra cada tanto. Quizás tenga que romper mi promesa de no tomar para que así, capaz, pueda hablar más con alguien. Al volver a la cocina me encuentro que cada vez hay más alcohol y de todo tipo.

No tolero el alcohol, ya he tomado un poco de cerveza y siento que en cualquier momento el mundo se podría caer a mis pies. No sé en qué momento me encuentro subiendo las escaleras, tampoco se como es que aún puedo caminar. Cuando por fin logro llegar al segundo piso me doy cuenta que no debería estar aquí. Cuando paso por fuera de la tercera puerta de la habitación puedo ver a dos hombres dentro de esta, no están en ninguna situación de excitación, sólo están acostados en la cama hablándose por susurros. Puedo ver que están abrazados ajenos a lo que está pasando abajo o en las habitaciones de al lado.

NERVOUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora