Rivales (Minayeon)

Capitulo 29

Ya habían pasado dos semanas desde que Mina había sido huésped en la casa de Nayeon, aun sonría al recordar a la pequeña Somi. Pero el miedo la había vencido y siempre se aseguraba de ver a la animadora desde lejos, sin acercarse del todo, como lo hacía en estos momentos. Estaban sentadas en las gradas del campo mientras veían a Rosé entrenar,
en realidad, Mina veía a Nayeon y Sana pretendía no estar mirando a Tzuyu.

-Ustedes dos, son patéticas-se lamentó Momo, tomando un sorbo de su refresco, Mina frunció el ceño y Sana rodó los ojos.

-Te buscaremos un novio, Hirai-comentó con gracia y Mina sonrió, apoyándola.

-Es urgente, ya me siento la solterona del grupo y ustedes aún no están de novias-dijo la rubia oscura dándose aire con un cuaderno, llevaban haciendo los deberes de química, pero eran una lata.

-Yo digo que Minari debería de ponerse de novia con la mini castaña-dijo Sana logrando que la chica sonriera, les había hablado sobre Somi y sus amigas habían quedado encantadas.

-Sería mucho más fácil-se lamentó la pelinegra, observando a su chica dar vueltas en el aire, la lanzaron y aterrizó en un solo pie. En verdad era muy buena en eso.

Mina logró verlas mientras descansaban, se extrañó al visualizar como Rosé se acercaba a Nayeon y las dos comenzaban a hablar. No parecían amigables, pero tampoco molestas entre si ¿De que estarían hablando? Pronto, Nayeon dijo algo que hizo fruncir el ceño a Rose, la pelirroja sólo sonrió antes de darse la vuelta y hacer su salida victoriosa, dejando a una sonrojada y enojada Nayeon a un lado. Mina río por debajo, ya que Nayeon se veía adorable cuando se enojaba y más al hacer esa pose de diva, era la misma que había utilizado Somi el otro día. Ahora, la japonesa no podía ver un plato de nuggest o pudín sin sonreír al recordar a la niña, también estaba encantada con la hermana de Nayeon. De seguro era un don que tenían las hermanas Im sobre ella.

-Sana, tu chica no te quita los ojos de encima-susurró diabólicamente Momo y Sana se volvió a ver a Tzuyu.

Era cierto. La taiwanesa mientras tomaba un trago de agua, luciendo el uniforme, mantenía sus ojos fijos en Sana. La miraba de una forma diferente, parecía adoración, logrando que la castaña se sonrojara y bajara el rostro, para leer el libro entre sus manos.

-No creo-dijo ella, ignorando a sus dos amigas que sonreían cómplices.

-Me pareció ver a Tzuyu un poco bobita contigo ¿Se han visto últimamente? -preguntó Mina, dándole un guiño, y provocando que su mejor amiga escondiera el rostro detrás del libro que leía.

-Bueno, ayer ella... bueno, ella y yo hablamos por teléfono-confesó con una sonrisa tímida, para luego suspirar.

-Duramos hasta la madrugada.

(Gay)

-Eso es bueno, ardilla-la felicito Momo mientras la chica suspiraba, triste.

-Pero en la escuela actúa tan... tan diferente-dijo finalmente y Momo torció la boca en una sonrisa.

-¿Diferente?

Últimamente sólo nos fastidia a nosotras dos y a ti te mira como tonta-comentó la rubia, acentuando más el rubor de su amiga.

-Y como te está comiendo ahorita con los ojos ¿No lo ves?

-No estoy segura de nada-suspiró, cansada, aunque ahora sonreía un poco.

-Qué suerte-dijo Mina tristemente, recostándose sobre las rodillas, y sus amigas la miraron como si estuviera loca.

-¿Mina? No estés así, Nayeon también... -comenzó a decir Sana, pero Momo le hizo señas para que callara, era mejor que se enterara por boca de la animadora.