- II -

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—¿A qué te refieres? —el maldito peso había vuelto a colgarse de su pecho.

La chica se giro ligeramente hacia un costado y dio unos pasos, evitando pisar las grietas que se encontraban en el concreto bajo ellos.

—Ustedes recientemente se vieron envueltos en accidentes ¿No es así? —dijo la chica, sin siquiera voltear a verlos

Joshua sintió una punzada de dolor en la cabeza, una muy intensa cuando el recuerdo de la luz del camión que se acercaba rápidamente a él apareció en su mente. Es cierto, había sido atropellado por un enorme y pesado camión.

Con una mano sosteniéndose la cabeza volteo a ver a su otro acompañante, el cual tenia un rostro petrificado, lleno del más puro horror.

—Dado por sus reacciones, tomaré eso como un sí —la castaña hablo de forma calmada, tal vez era una manera de no alterarlos más de lo que pudiesen estar, ¿pero siquiera era posible eso? —si, ustedes estuvieron envueltos en accidentes, posiblemente diferentes. Pero siguen vivos; ahora mismo ustedes dos se encuentran en coma en algún hospital de esta ciudad—

Mucha información estaba llegando, pero ninguno de los dos salía de su shock inicial de saber que habían sufrido un accidente, y mucho menos que estuvieran en coma cuando ellos estaban pues, ahí mismo parados.

—No tengo mucho tiempo antes de que ustedes sean arrojados al siguiente plano, así que escúchenme por favor— dijo la chica, agitando sus manos, una enfrente del rostro de cada uno —ustedes dos están en coma, como ya les dije, y fueron elegidos para poder luchar por la oportunidad de despertar nuevamente—

A pesar del esfuerzo que estaban poniendo al tratar de prestar atención la información recibida era difícil de digerir.

—Muchas personas que entran en coma son mandados a esta competencia, esto haciéndolo una carrera contra tiempo, ya que conforme pasan los días las personas irán olvidándolos a cada uno de ustedes, y eso los debilitará. La gente que conocieron en algún punto de su vida irán borrando todos y cada uno de los recuerdos, esto dependiendo del lazo que compartían —tomo una pausa en su explicación para ver si ambos chicos la seguían.

Ninguno dijo nada, y con un suspiro volvió al tema.

—se irán borrando los recuerdos hasta que quede únicamente su familia y amigos más cercanos. Ustedes seguirán en este "juego" hasta que los olviden por completo, o en todo caso, se pierda la esperanza de que vuelvan a despertar... Y así irá la eliminación hasta que queden nada más diecisiete personas...— la mirada de la castaña viajo de entre la mirada de ambos chicos.

La chica sabía que ambos tenían miles de preguntas arremolinándose en ellos, pero su tiempo se terminaba.

—Ya es casi hora, y sé que tienen muchas dudas, pero no puedo explicar mucho en el tiempo dado. Por último, les quiero decir algo, cuando sean arrojados al "segundo plano" verán que todas las personas estarán rodeadas de una luz. El color representa algo. Las personas rodeadas de amarillo son aquellos puros de alma, que nunca han realizado ningún pecado, delito o maldad en general; todos nacemos con esto, pero con el paso del tiempo, con las decisiones que tomemos y el camino que elijamos, nuestra luz cambiará. Si se torna azul son aquellos que, si han hecho algún mal, lastimado a otro ser vivo intencionalmente, robado algo pequeño, etcétera. Los rojos han sido posiblemente daños mayores, tal vez incluso el casi matar a alguien, y finalmente los negros... ellos por favor tengan cuidado si se cruzan alguno. Existen más colores que conocerán, y espero puedan descubrir el por qué, pero quería explicarles los principales, y posibles riesgosos. —la chica no podía evitar hablar un poco más acelerada, presionada por terminar —Este es un "juego" uno en el que muchos buscan ganar, y existen alternativas y medios para lograr que los otros sean "olvidados" más rápido. Pero uno debe saber reconocer quienes son los otros que están en ese segundo plano. Un consejo que les doy desde ahora, intenten siempre mezclarse con los del primer plano, siempre. —

—¿Qué rayos es eso del primer plano? ¿Segundo plano? Debo haberme drogado algo bien fuerte para estar envuelto en una estupidez como esta, esto no puede ser real...— Joshua finalmente explotó, porque por mayor atención que prestara nada de eso tenia pies o cabeza, no tenía sentido en absoluto.

—estoy intentando darles la mayor información posible, por favor...— la chica lo miro seriamente y antes de que hablara de nuevo, se apresuro a seguir con sus explicaciones —El segundo plano es el mundo en donde existirán ustedes, el primer plano es el que abandonaron, en donde su cuerpo real se encuentra—

—como fantasmas...— hablo en voz baja el peliplateado con la mirada vacía

—algo como eso, pero ustedes siguen vivos—

Todo a su alrededor comenzó a distorsionarse, y comenzaba a llenarse de ruido, de cláxones de autos, voces, pasos y el viento, el bendito viento que le daba vida a lo inerte, poco a poco todo comenzaba a cambiar.

—Maldita sea, no tengo más tiempo. Una ultima cosa, ustedes dependen de su cuerpo real, si su cabello crece, si tienen hambre, si comienzan a sentir dolor todo dependerá de su cuerpo real.—la chica, autollamada ángel, poco a poco se desvanecía, mientras que las personas a su alrededor comenzaban a aparecer —Mi nombre es Mihyun, y aunque sea difícil espero encontrarlos de nuevo y que sigan con vida— pareció gritar al final pero no se había escuchado más que como un lejano susurro hasta que desapareció por completo.

Y todo rastro de ella desapareció en un segundo.

Ambos chicos se quedaron ahí parados, entre toda la gente que pasaba sin notarlos, invisibles, inexistentes.

Los dos tenían sus propios conflictos internos, ya no cruzaban miradas, ya no miraban algo realmente, sus miradas perdidas dirigidas al suelo parecían haber perder brillo.

Y con un sobresalto el de pelo plateado alzo la mirada de golpe, reaccionando con los ojos bien abiertos.

—¡Seokmin! —grito, antes de ponerse a correr entre la gente, al parecer ya tenia un objetivo que alcanzar.

Joshua, sin saber que fuerza lo obligó, sus pies hicieron el seguir a el otro muchacho, quien corría a una velocidad increíble, quizás era un atleta, quizás era la adrenalina que lo llenó.

Después de correr por calles que conocía perfectamente y otras que eran un completo nuevo descubrimiento llegaron a un colegio que estaba del lado opuesto de la ciudad al que Joshua asistía. Y ambos estaban dispuestos a entrar cuando a la distancia veían como un chico salía corriendo del edificio con prisa.

—¡Seokmin! —volvió a gritar el peliplateado, reconociendo al chico y extendiendo los brazos, preparado para abrazar al chico.

Pero fue completamente ignorado, y el otro chico con rostro alargado y cabello castaño un poco más oscuro que Joshua que respondía al parecer al nombre se Seokmin pasaba olímpicamente a un lado, al parecer estaba alterado.

—¡Maldita sea Soonyoung! ¿¡Qué hiciste!? —ahora Seokmin era el que gritaba, con el celular fuertemente sostenido en su mano.

El chico parecía haberse levantado precipitadamente, recogiendo todos sus materiales como pudiese y los había arrojado sin cuidado sobre su mochila que posteriormente se hubiera colgado encima del hombro.

Y así ambos chicos volvían a correr, sin haberlo dicho sabían a donde se dirigían. A donde el cuerpo de Soonyoung posiblemente se encontraba.

◇♡◇

Hola de nuevo personitas. ¡Gracias por haber llegado hasta este punto en la historia!

¿Qué les ha parecido? Sé que las cosas están pasando bastante lento de cierta manera, pero quiero que eso se vuelva el encanto de este fanfic~

Realmente espero que esté siendo de su agrado TT, estoy y estaré dando mi mayor esfuerzo en este fanfic, porque aunque nació de la nada creo que ya le tomé un apego a esta historia. Quiero que sientan tantas cosas al leer, que lleguen a ustedes los sentimientos que yo tuve al escribir...

Pensaba subir capítulos semanalmente ¿Qué les parece los lunes? Jaja, así para que al menos en su inicio de semana tengan este pequeño pedacito de intento de motivación.

Dejen muchos corazones y comentarios, los quiero ¡gracias de nuevo!

Overworld [JiHan]Where stories live. Discover now