- III -

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Una vez que llegaron al hospital con el aliento casi desbocado y en el borde del desmayo es cuando Soonyoung perdió realmente la fuerza que parecía completamente sobrehumana, al menos lo que Joshua había visto en su resistencia.

Soonyoung había comenzado a temblar una vez que fue consciente del edificio que se alzaba justo frente a él, un enorme y elegante hospital con varios ventanales; un sitio donde había llevado a cabo el milagro de la vida, como la pena de la perdida de otras.

El chico peliplateado quien, inconscientemente parado a su amigo que corrió, al parecer, a verlo, ambos tenían la misma expresión de miedo, y se veían incapaces de moverse.

Pero Seokmin, con todos los pedazos rotos de la fuerza que había tirado al suelo por accidente, trago saliva con fuerza y se forzó a sí mismo a continuar caminando. Se dirigió a la recepción, completamente inconsciente de que a quien buscaba estaba detrás suyo; siendo incapaz de verlo.

—Dis...disculpe —habló débilmente Seokmin —me dijeron que mi amigo Soonyoung estaba aquí y...—

Fue interrumpido por un pequeño grito de una señora a su lado, sobresaltando a los presentes, los cuales se giraron a la fuente de tal estruendo.

—Mamá... —murmuró Soonyoung al ver a su madre con los ojos completamente hinchados con varias lagrimas aún saliendo de ellos. Cubriéndose parcialmente el rostro a la altura de la nariz con un pañuelo y quien sollozaba lentamente.

Joshua había visto de donde habían venido las mejillas regordetas y los ojos pequeños de Soonyoung.

—Señora Kwon yo... —habló el chico de largo rostro mientras se acercaba temblando a la mujer, no sabía que decir, ni sabía que esperar, solo tenía los brazos ligeramente extendidos en el aire; sin saber el porqué de esto tampoco.

La mujer le facilito las cosas y abrazó al muchacho sollozando nuevamente con inmenso dolor en las gruesas lagrimas que derramaba.

—Qué bueno... que estés aquí Seokmin —hacia un enorme esfuerzo al hablar de forma entendible —Soonyoung está... está...—

La señora era incapaz de articular más, por lo que Seokmin, aunque el mismo tuviese su propia tormenta interna no se veía en el sitio de sentirse más importante que la madre del que se encontraba posiblemente enchufado a una maquina en ese instante, y eso intentando imaginarse lo mejor al ver el cómo estaba la madre de su mejor amigo. Con una fuerza que desconocía puso sus sentimientos a un lado y le correspondía el abrazo a la señora intentando consolarla pasando la mano por la espalda de esta.

—Soonyoung está vivo —dijo otra voz a sus espaldas, mucho más tranquila que la madre, pero un poco nasal; tal vez también había estado llorando hace poco.

Todos giraron a verla.

—Noona... —dijeron al unísono Soonyoung y Seokmin, aunque uno no fue consciente que fue como tal, y el otro ni siquiera podía escuchar el eco que hizo el primero.

—Seokmin-ah, perdón si mi madre te hizo pensar lo peor... Mamá por favor no vayas de esa manera hacia la gente sin dar las explicaciones necesarias—

La chica que tenía los mismos pequeños ojos que Soonyoung y las mismas mejillas regordetas, pero estas decorando un rostro más redondo que el del peliplateado sonreía un poco apenada hacia Seokmin mientras se acercaba.

—Minkyung-ah... estás siendo un poco ruda con tu pobre madre ¿No lo crees? —hablo la mujer mayor con un sutil tono de estar ofendida

—Perdón mamá, pero si te acercas así al mejor amigo de Soonyoung puede creer que tal vez está muerto —habló con seriedad que Seokmin nunca había presenciado y Soonyoung temía —Está en coma, pero no está muerto—

Overworld [JiHan]Where stories live. Discover now