Capítulo 5: El pasado traumante

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»12 años atrás«

Holly

Hoy es Día de San Valentin, esa festividad que celebran “El amor”.  Mamá hará un compartir, todos en el vecindario lo hacen cada año. Mamá siempre prefirió a Izzy, según, porque es más responsable y siempre cuida los obsequios que le dan, cada festividad. Yo por mi parte, no soy así...

Pero hoy todo cambiará, mamá nos dará una muñeca de porcelana a las dos, lo sé, porque ví cuando lo compraba.

Así que, la voy a cuidar pasé lo que pasé.  Mamá se dará cuenta que soy una niña responsable. Esto no puede salir mal.

–Mamá, ¡ya estoy lista! –exclama Izzy, con su vestido color blanco,  con tirantes.

Mamá entra a la habitación.

–¡Que bella te vez! Eres un sol, mi Izzy –alaga mamá mientas se acerca y le pone un mechón curioso detrás de su oreja–. Holly, amor, ¿por qué tú no estás lista? –pregunta.

–Pasa, que... Me quedé dormida –tartamudeo aún con mi pijama puesta.

–Hay que apresurarse, los invitados no tardan en venir, además, sus obsequios de San Valentin están abajo –Lo último que dijo, hizo que mis ojos brillaran.

Me levanto lo más rápido posible, me pongo el vestido color crema, con esfuerzo. Mientras tanto me pongo la zapatilla.

Bajo las escaleras, súper rápido... Me detengo, y veo a Izzy abajo, con mamá y papá, junto a ella, una preciosa muñeca. Era la que quería, y ella la tenía.

Mamá hace una seña para que termine de bajar. Lo hago, pero sin mucho entusiasmo.

Abro el obsequio, y veo la muñeca de porcelana, no me gusta, pero hago demostrar, lo contrario.

–¿Te gusta? –dice papá feliz.

–Claro  –exclamo.

–Espero que la cuiden. En especial, tú Holly –Ya veras que sí–. Ahora, vayan a divertirse en la pradera, pero con cuidado –ordena mamá.

A ambas nos gustaban jugar en la pradera, corrimos mucho, la brisa empujaba nuestro cabellos, dejando volar nuestra imaginación.

–¿Te gusta mi muñeca? –pregunta Izzy.

–¡Claro! -afirmo. Si esa era la que quería.

–Bueno, ¿Qué tal si las  intercambiamos? Sólo por un momento. Pero, no me la vayas a extraviar, porque no cuidas –Púes se lo mostraré que sí puedo cuidar.

Tomé su muñeca, y ella tomó la mía. Me quede sentada, peinando la muñeca, Izzy sólo corría.

De pronto, no la vi más.

Observo y pienso, »¿dónde se metió?«. Me alarmo al escuchar gritos de horror. Sin duda era Izzy.

Corro apresurada, dejando caer la muñeca, siguiendo los gritos de auxilio de Izzy. Llego donde está, y quedo perpleja. Frente de mí, hay un largo agujero, Izzy está adentro, agarrada de una rama.

–¡¡Holly!! ¡Ayudame! –pide Izzy, asustada y apresurada.

Veo mi muñeca al otro lado que quedó atrapada sobre una rama. No puede ser, tenía que cuidarla, para demostrarle a mamá que puedo cuidar, y ahora, mamá quedará decepcionada de mí.

La rama de Izzy junto la de mi muñeca, están apunto de partirse. Estoy desesperada, no se que hacer, necesitó la muñeca, pero tengo que salvar a Izzy.

–¡¡Holly!! –imploró Izzy con los ojos cristalizados–. ¡¡Apresurate!!

–Lo siento. Necesito la muñeca –Corro en dirección para salvar aquella muñeca de porcelana, sujetándola.

Y respectivamente, escuchó mi mamá gritando.

Corro para sujetar ahora a Izzy, pero es demasiado tarde. Su rama se rompe, junto la esperanza de ella.

Mamá corre gritando, y llora a ver a Izzy caer.

Sus ojos me quedaran marcados por el resto de mi vida, los ojos desesperanzados de Izzy.

Mamá me observa con rabia, mientras recibo una bofetada por parte de ella.

Decidí, un objeto que por mi hermana...

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Holly [Misterio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora