Holly [Misterio]

Capítulo 13: Secreto inminente

Foto multimedia: Rose Chapiro

Capítulo dedicado a: VickyAJaner

Miles de energías positivas para ti, mejorate pronto. ✴✴✴

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Rose

James vuelve a la habitación de Holly.

Este secreto no lo tiene que saber nadie, hice una promesa, un pacto. Y lo cumpliré...

Estoy por los pasillos de la casa, para dirigirme a la salida.

Mientras voy por los pasillos, observo detalladamente los cuadros victorianos que se hallan en las paredes, sus exquisitas bellezas adornan los fríos pasadizos, claro está que yo los hubiera hecho mejor. Me imagino una melodía clásica e imaginaria tocada por un piano, embelleciendo el ambiente.

¡De pronto!

Algo me llamó poderosamente la atención, deteniendo aquella melodía.

La puerta de la habitación de Inma Von Parker, se hallaba abierta.

Observo precavidamente su interior.

Una pequeña luz irradia en la habitación, era la lámpara de un escritorio.

En ése escritorio, pude ver sentado a alguien...

¿Qué?

Ese alguien lo conozco, no recuerdo su nombre, pero es él, el guardaespaldas del Sr Miller, está escribiendo algo, viste totalmente de negro.

Me acerco más a la puerta. Pero esta se cierra rápidamente en mi propia cara. ¡Que descaro!

De repente... Alguien me sujeta del brazo, y una voz me hace sobresaltar.

–Rose, cariño. Pensé que te habías ido a tú hogar –Es Inma, me asuste, pensé que era... Mejor lo olvido.

–Sí, quería despedirme de usted.
–Miro en dirección a la puerta– mamá –la vuelvo a ver.

–¡Está bien, cariño! –dice, y observa la puerta– ¿Pasa algo?

–No... –conteste, pero cambio de opinión– Bueno... ¡De hecho sí! –exclamo curiosa– ¿Hay alguien en su cuarto? ¿Acaso se unió o...?

–¡NO! –Se altera– No, cariño. Te lo hubiese dicho –Su voz dulce vuelve.

–Abre la puerta –exige decidida, haciendo cambiar su expresión a un tono sorprendida, sus ojos me dicen descarada. Pero más descarada es ella, dijo que no había secreto entre ambas.

–Hazlo tú –Me reta, señalando la puerta.

Observo la manilla y la miro, sus ojos vuelven hablar diciendo un: »¿Qué esperas?« Al igual que sus manos.

Sujeto la manilla, esta está fría. La giro a un lado pulcramente.

¡Se abre!

No puede ser... ¿Cómo es eso posible?

¡No hay nadie! 

–Cariño, debes estar cansada –Ríe complacida– Será mejor que descanses.

–¡Eso haré! –disfrazo un: "No me voy a quedar con eso" por una cálida sonrisa.

Me marcho.

Pero esta me llama.

–Ah, Rose. Dejalo así, no querrás que el día de mañana...

–¡Lo sé! –afirmo rápidamente, fingiendo una sonrisa– Tampoco querrás que el mundo se entere de tú secreto. Porque tal vez alguien...