Holly [Misterio]

Capítulo 6: ¿Y el próximo es...?

Presente

Holly

–¡Por favor! Déjenme sola –pido apunto de llorar.

Siento mi corazón romperse, como si regresé al pasado; pasado el cual quería olvidar.

–Izzy era su hermana, fue un accidente –me defiende James, mirándome de reojo.

Esto es mucho para mí.

Salgo corriendo de la oficina, escuchando los gritos del jefe, que me dice, que me quedé.

En el camino hacia la salida, Texa y los demás se ponen de pie de inmediato, preguntando qué ocurre conmigo.

Sólo me limito a salir.

Por fin llegue afuera, estoy desesperada, el mundo pareciera dar vueltas. No se a donde ir. Pero lo que si sé, es que tengo un nudo en la garganta indescriptible, el cual no me deja respirar.

Los transeúntes me juzgan con la mirada sin cesar.

James me alcanza, y me abraza.

–Hey, no es tu culpa, tranquila –asegura con voz suave.

–Claro que lo es, fue mi culpa –contesto liberando el nudo de mi garganta.

–Eras una niña, no seas dura contigo misma –precisa mirándome a los ojos. Yo por mi parte, asiento–. Ahora ven, te llevaré a un lugar en donde te olvidarás de todo –Cambia la  conversación.

Subimos a un taxi amarillo, en los suburbio de Beverly Hills.

El camino es lento, mil cosas pasan por mi cabeza en este momento.

Las que se destacan más, son:

¿Qué tiene ver Izzy en todo esto? ¿Matilda murió por mi culpa? ¿Quién es Susej?  ¿Porqué me hace esto?

James, me abraza fuerte.

Siento que llegamos al detenerse el taxi. James se baja primero, le da propina al taxista; abre la puerta para poder bajar.

Salgo del auto, y veo algo hermoso.

Una casa de campo, con césped bien verde, el cielo azul.  Muy hermosa, pero lo que me llama más la atención, son los caballos, quienes corren por el vergel.

James

–James, esto es hermoso –confiesa Holly, con los ojos realmente asombrados.

–Sabía que te gustaría –asegura orgulloso– Te invito a pasar señorita Holly –señalo a la puerta, mientras doy una señal de bienvenida.

–Creeme, lo haría con, y sin permiso –asegura haciéndome reír.

Como la quiero.

–¿Esto es tuyo? –pregunta estupefacta observando la entrada.

–Mi padre me lo dejo al morir –respondo cabizbajo.

–¿Por qué no me habías dicho nada? –reprende incrédula, volteando a verme.

–Púes ya lo sabes –indico arqueando las cejas, con una mirada juguetona. Logrando ver su sonrisa.

–Eres único James, sabes como hacerme olvidar de todo por un instante; ya veo porque eres mi mejor amigo –exclama mientras respondo a un abrazo inesperado.

¡Vaya! Eso es, mejor amigo...

Holly termina de abrazarme, y se dirige a ver la casa. Yo, me limito a verla feliz.

Me gusta que por lo menos se desconecte un rato de la realidad.

–La casa es hermosa, James –asevera feliz.

–Lo sé. Ven, vamos al jardín –propuse y la dirijo hacia éste.

Si hay algo que tenemos en común, ella y yo. Son las nubes, ambos nos encanta observar el cielo azul.

Nos tiramos al césped, observando el cielo azul.

–¿Cómo te sientes, ya mucho mejor? –pregunto mientras la tomo de la mano.

–Mejor, James –recalca al picarme el ojo. Su sonrisa no cabe en su rostro.

Su expresión cambia.

Escucho el sonido de una llamada, proviene del celular de Holly.

Ella revisa su celular.

–Es Troy –dice mirándome.

–¿Vas a contestar? –pregunto– Digo, ¿ahora?

–No lo se, ¿Qué hago? –pregunta con desilusión. Sabía que el destino la haría regresar a la dura realidad.

–Púes, contesta. Tal vez es importante –Le doy ánimo a atender, con cierta intriga.

Suspira, y atiende. Mientras estoy atento a la conversación:

📞 Llamada

–Disculpa por haberme ido así, entiende que esto es muy duro, Troy.

–Lo sé Holly, pero cuando te fuiste llego un mensaje del asesino, o de “Susej” por así decirlo –asegura Troy, con voz gruesa. Sin duda Holly puso el altavoz.

–¿Qué dice el mensaje? –Se pone nerviosa Holly, mientras parpadea tres veces.

Comprimo la mandíbula

–Nos manda un clase de acertijo, de lo que será la próxima víctima, es una descripción. Te lo mandare por mensaje, y luego me dirás de quién se trata. ¿De acuerdo?  –exige Troy apresurado.

En el ambiente se respira mucha tensión y adrenalina.

–Está bien –da su palabra, Holly; mientras entra en pánico.

Se escucha el sonido que determina, el finalizar de una llamada.

Tomo de la mano a Holly para tranquilizarla. Su mano esta fría como en río en invierno. Los segundos se hacen eterno. Hasta que, la espera acabó.

El mensaje dice así:

»De una afamada marca de ropa, a un nombre de una futura odontóloga. Será la próxima en la lista de las muñecas de porcelanas de Holly. En un escenario de su profesión, acompañada con su más cómplice en acción«

–Susej

–¿Qué significa Holly? ¿Quién se llama así? ¿Quién quiere ser odontóloga? –pregunto apresurado. No entiendo nada.

Holly se cubre sus labios secos, de sus ojos caen lágrimas.

–¿Te acuerdas, quién nos revisaba los dientes, para ver sí teníamos caries de niños? –pregunta, aguantando las ganas de llorar, para no entrar en crisis. Lo peor es que sé quien es...

Marie Clare...

-