Mi prometido

Capitulo 18

Jace:

-Corrí como un loco desesperado por las calles del callejón, buscando a Dest rogando en mi mente que no le pasara nada malo.

Dest:

-Salí corriendo después de pasar ese vergonzoso momento con mi prometido la verdad pensé que nosotros pudiéramos tener una oportunidad de llevarnos bien esta situación, pero el arruino toda esperanza, estaba buscando el estacionamiento entre una de estas calles escurridizas cuando sentí la mano de alguien en mi boca tratando de subirme a un auto negro. Sin embargo, vi la figura de un tipo dando un golpe en la mandíbula al secuestrador que me mantenía presa, luchaba por todas mis fuerzas para que me soltara y logré zafarme del secuestrador y corrí por otro pasillo cuando alguien me agarró por atrás.

-Y comencé a pelear con él para que me suelte y pedía ayuda grité "Fuego ", pero el extraño me dijo tranquila estoy aquí ya paso amor, óseo como amor no soy nada tuyo ni te conozco entonces supe que era él.

Jace:

-Mala suerte que tengo porque a mí pensé, justó iba a llegar a su rescate de mi dulce Dest, pero no un idiota me quitó el protagonismo. Además, quien será, decidí seguirla y encontré al desgraciado abrazando a mi chica, voy a su rescate y fui a querer quitarlo a este piojo tuerto de ella cuando escuché algo que no podía creerlo, será su novio pensé y decide ocultarme detrás del bote de basura para ver la continuación de esto.

Dest:

-Porque estás cosas me tienen que pasar a mi primero pensé. ¿Primero intentan secuestrarme, segundo escape de mi salvador y por último el idiota que me salvó resultó ser el que fue mi compañero de clases hasta cuarto grado del internado, pero no lo aguantaba, era muy estresante ese niño, ¿Cómo se llamaba?, no me acuerdo de su nombre. ¡Debo pensar cómo librarme de él! ¿Esperen ese no es? No puede ser es el idiota de Jace.

Jace:

-Salí corriendo para ir a buscar a Dest, pero justo la encuentro con otro hombre. Creo que debería irme pensé, justo cuando me doy la vuelta escuche que Dest le dijo mi amor, eso me hirvió la sangre resulta que es mi prometida y no puede andar de zorra con otros hombres, ni menos tocarla porque el único que puede es mi persona.