28 | Corazones rotos

41.7K 2.8K 283
                                    

Canción: Selena Gomez - Nobody.

Quien comente más se lleva el capitulo 💕

                        ・゜✩ 。*

Capítulo 28. Corazones rotos.

Maydelinne Hanae.

El camino del departamento a la escuela había sido silencioso, Michelle sabía que yo no me encontraba con ganas de dialogar con nadie. Ayer cuando llegue al departamento lo único que hice fue darle de comer a Dawson y abrazarlo hasta que nos quedamos dormidos.

He ignorado las llamadas de Devan, en medio de la noche comencé a divagar, estaba mal de mi parte que no le dijera nada, pero también estaba mal como él había reaccionado. No tenía por qué gritarme ni tratarme así, pudo hablar conmigo sereno, pero su impulsividad gano esta vez.

Se dejo llevar por la molestia del momento, de creer saber que me cortaba—que no lo hago—es nuestra primer pelea, no sé cómo debo de sentirme. Lo único que siento es que lo necesito cerca, ni siquiera ha pasado un día y ya lo extraño.

Tengo un miedo tremendo de encontrármelo en la universidad, no debería de tenerlo, pero ahí está, no puedo controlarlo.

El día de hoy es como cualquiera, como solía vivirlos sola antes de que Michelle llegara, incluso antes de que llegara Devan. Compro un sándwich en la cafetería junto a un té verde frío. Salgo ignorando a todo mundo, Michelle me está dando mi espacio y eso me gusta.

Llego al viejo lugar donde solía sentarme con mi soledad. Y aunque este lugar solo me recuerde a cierto chico, me gusta. Me gusta cómo está lleno de plantas, él sol no pega en su totalidad y aseguro que desde ahí se podría ver el atardecer. Me siento sobre el tronco, dejo de lado mi merienda para poder sacar mi frasquito de pastillas.

Lo agito y cierro los ojos con fuerza al comprobar que no hay ni una sola, guardo de nuevo el botecito mirando mis pies en silencio.

En este momento no cuento con mucho dinero, las pastillas que utilizo no son nada baratas, pero estoy consciente de que las necesito. También tengo que pagar el alquiler del departamento, gastos aparte por mí y Dawson.

Saco mi inhalador y compruebo cuanto es lo que me queda, medio botecito.

El apetito se desvanece y suspiro con tristeza, estoy en una etapa melancólica donde lo único que quieres hacer es estar acostada escuchando canciones tristes. Sin pensar en nada y en nadie.

Las familiares ganas de llorar me dan rabia, pero me las aguanto, porque sé que puedo ser más fuerte que esto. Me he caído tantas veces y me he levantado, no voy a dejarme caer ahora.

Escucho pasos y levanto la mirada. Sus ojos me miran en silencio, tienes unas grandes ojeras y me pregunto si habrá dormido algo anoche. Cada célula de mi cuerpo se preocupa por él. Sus fanales transmiten la tristeza que guarda dentro.

Los dos sufrimos, todo mundo sufre a su manera, no somos los únicos con problemas. Hay corazones rotos en cada esquina, almas perdidas en las calles y luego estamos nosotros. Que aparentamos tener todo cuando no tenemos nada. Que por más que queramos enmendarnos nosotros mismos, terminamos más rotos de lo que ya estamos.

¿De qué sirve ser feliz un momento si al terminar el día me rompen el alma dentro de una habitación?

—Lo siento. Siento ser un maldito idiota, siento ser lo que soy, pero no puedo cambiarlo, trato de ser perfecto contigo pero no me sale.

—Nunca te he pedido perfección, Devan.

—Pero quiero serlo, por ti, porque tú te mereces todo—me pongo de pie para acercarme a él.

Respírame © [COMPLETA]Where stories live. Discover now