III

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Era extraño saber solo dos cosas sobre su vida; uno, sabía que su nombre era Dean Masters y dos, que su esposo era Azazel Masters, jefe de la Mafia del Infierno. Eso era todo. Todo antes del accidente se había ido; se había esfumado como si nunca hubiera existido.

Dean tuvo la suerte de que Azazel lo haya encontrado en el hospital después del accidente o él nunca hubiera descubierto quién era. No tenía su identificación con él; lo único que había tenido era el anillo de plata, alrededor de su dedo. La inscripción en el interior le había dado al personal su nombre al menos. "Para Dean, Te necesito también. C"

Dean había conservado ese anillo, incluso después de que Azazel lo hubiera reemplazado por el de oro. Azazel le había dicho que el de oro era mucho más caro y que el de plata había sido simplemente un anticipo y que era impersonal por la c de cariño, en cambio el de oro era mejor y tenía su nombre esta vez. "Mío por siempre. Azazel".

Esa era otra cosa que Dean odiaba sobre el anillo de oro. Parecía una especie de marca en su mano, cada vez que la miraba casi podía sentir el toque posesivo de Azazel sobre él.

Era extraño porque nunca sintió eso cuando miró el anillo de plata, incluso cuando Azazel también lo había comprado para él. Las palabras eran muy diferentes; era difícil creer que hayan sido escritos por el mismo hombre. Cuando Dean miraba el aro de plata, un sentimiento de amor, felicidad, seguridad, consuelo y protección crecía dentro de él. Y siempre lo dejaba con un leve dolor en el pecho.

Mientras estaba en la biblioteca, su lugar favorito en la mansión, apilando los libros que había traído de regreso, Dean pensó en la primera vez que estuvo consiente después del accidente. Bien podría haber sido el primer día de la vida de Dean por todo lo que podía recordar.

Hace 3 años

***

-

Dean, cariño, abre los ojos- Dean abrió con cautela sus ojos parpadeando antes las luces brillantes, su nariz se arrugo por el fuerte olor a desinfectante -Estás bien-

Levantó la vista hacia el hombre sentado al lado de su cama, que estaba acariciando casualmente su corto cabello rubio. El hombre parecía estar en su mediados de los años cuarenta, con ojos miel casi amarillos, y tenía una mirada en él que exudaba confianza. El hombre le sonrió - ¿Cómo te sientes, bebé? -

-Yo ...- Dijo con voz ronca, su voz rasposa por el desuso - ¿Quién eres tú? -

El hombre parecía herido y conmocionado e inmediatamente quiso disculparse. Tal vez conocía a este hombre, tal vez habían sido presentados, pero no podía ubicar su rostro. Mientras buscaba en su mente, no encontró nada. No solo no había memoria de este hombre, no tenía ningún recuerdo de nada, ni siquiera su propio nombre. ¿Cómo lo había llamado el hombre? ¿Dean?

Él comenzó a entrar en pánico; ¿Qué le había sucedido que significaba que ni siquiera podía recordar su propio nombre? ¿Qué iba a hacer? ¿A dónde iba a ir? Oyó vagamente las rápidas alarmas que zumbaban alrededor de su cama -Yo ... yo ...-

-Cálmate, Dean, estás a salvo, has tenido un accidente- Dean intentó frenar su respiración; ayudó un poco, su visión se tornó más clara de nuevo.

- ¿Quien...? - Él preguntó de nuevo.

-Soy Azazel, tu esposo. Eres Dean, mi compañero. Tu doctor dijo que podría haber algo de pérdida de memoria, pero parece ser mucho más extensa de lo que pensábamos- Dean negó con la cabeza, ¿este hombre era su marido? Dean no podía recordar al hombre y al parecer él era Dean Masters; las palabras sonaron muy mal en su boca. -Aquí, mira-. El hombre le tomó la mano suavemente y le quitó el anillo de plata, que rodeaba su dedo. Azazel lo sostuvo ante su rostro y leyó la inscripción. Entonces su nombre era Dean y obviamente el anillo venía de otra persona... así que este hombre era su esposo. Además, ¿quién solo reclama a alguien que no es suyo?

-Oh lo siento- Dean dijo en voz baja, sintió que era lo menos que podía hacer ya que aparentemente había olvidado por completo a su marido.

-Está bien, cariño, me alegra haberte encontrado cuando te trajeron- Un ruido cerca de la puerta hizo que los dos se volvieran para mirar al interno que estaba allí.

-Uh ... Sr. Azazel, ¿puedo hablar con usted? - Azazel asintió y se levantó para caminar hacia la puerta.

Hablaban en voz baja, y Dean solo podía obtener partes de lo que estaban diciendo. Claramente Azazel confiaba mucho en el doctor.

-Los resultados de su examen no son concluyentes, pero es posible que Dean nunca recupere la memoria- dijo el doctor.

- ¡Oh Dios mío! - Oyó a Azazel jadear de felicidad. ¿Qué? ¿Por qué estaría feliz de que Dean nunca recuerde? ¿Estaba tan afectado por el accidente que había oído mal?

- ¿Qué sucede doctor? - preguntó Dean.

-Oh - Azazel tosió, un poco incómodo -No es nada, el doctor dice que es muy posible que recuperes tu memoria y trabajaremos en eso juntos- sonrió.

- ¿Qué...? Pero yo..., pensé que...-

-Eso será todo Alastair, gracias- Azazel casi empujó al hombre fuera de la habitación y se movió para sentarse al lado de Dean.

- ¿Todo bien, Azazel? - Dean preguntó cuándo el hombre no dijo nada. Azazel simplemente lo miró, una sonrisa ligeramente extraña en su rostro y, si Dean era honesto, la expresión de sus ojos parecía triunfante. No era una sensación muy cómoda que Azazel lo mirara así, esposo o no.

-Sí, cariño, todo es perfecto- Besó a Dean en la frente antes de llamar a la enfermera para que aumente los medicamentos de Dean y lo ponga a dormir nuevamente.

Tan pronto como Dean despertó de nuevo, Azazel hizo los arreglos para que fuera dado de alta. La primera semana fue un poco una pesadilla; se mudaron a San Francisco el lunes después de que Dean regresara a casa. Azazel explicó que tenía un nuevo negocio y que habían estado planeando la mudanza mucho antes de que Dean tuviera su accidente.

Dean estaba incómodo con la idea; no solo pensaba que vivir en la casa en la que vivían, antes de perder la memoria, lo ayudaría a recordar su pasado, sino que tenía la extraña sensación de que estaba dejando algo importante atrás. Algo que él necesitaba.

Pero Azazel insistió; su nueva casa, que era más una mansión, ya había sido comprada y Azazel había hecho todos los arreglos, así que no había nada que Dean pudiera hacer, pero eso no significaba que estuviera de acuerdo.

***

Incluso después de todos estos años, recordar ese momento siempre hizo que el gran agujero en Dean, el que nunca parecía ser capaz de llenar, se sintiera como una herida abierta. Él sabía que había dejado algo importante detrás ese día; él simplemente no sabía qué era eso.

No me olvides... | DestielWhere stories live. Discover now