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Capítulo 5

David

Escuchar el oleaje me calma. Cierro los ojos y me dejo llevar por el viento, el agua moja mis pies y los va hundiendo poco a poco en la arena. Observar el amanecer es una de mis actividades favoritas, sobre todo por el paisaje que me ofrece esta isla.

Bendito el día que hui de Quebec.

La idea de bañarme en el mar es muy tentadora. Aparte de que a estas horas no hay nadie en la playa.

Me quito los calzoncillos, arrojándolos unos metros atrás para que no se mojen o sean arrastrados por las olas. Corro hacia el mar, adentrándome por completo al agua, esta fría el agua pero no tanto como yo lo había imaginado, una pequeña ola se aproxima, me pongo de lado para poderla romper con mi cuerpo. Delicioso.

No me percato del tiempo que pase jugando con las olas. Pero cuando veo a Teo con una toalla en sus manos en la orilla, decido regresar.

-veo que te has tomado la libertad de andar solo- me regaña – recuerda que no estamos del todo a salvo de las horrendas garras de tus hermanos.

Me da la toalla de mala gana, con ella me cubro la parte baja del cuerpo.

-Aproveche la oportunidad- digo con calma- aparte, no hay nadie aquí que nos reconozca.

Teo suspira, y comienza a caminar hacia la pequeña cabaña playera que hemos conseguido.

-Debes alistarte para el desayuno.

-Teo, recuerda que ya no eres mi sirviente.

Aquello siempre le molestaba, yo nunca lo vi como un sirviente o esclavo, si no como un amigo. Uno muy bueno.

-Te recuerdo que eres un príncipe-susurra.

-Claro-bufo- uno que es acusado de traición y que quieren ver muerto.

-¡Por eso debes tener cuidado!

De acuerdo, algo anda mal. ¿O es qué no le gusto la chica de anoche?

-Dime. ¿Qué ocurre?

Teo se lo piensa un momento, está bastante tenso y estresado. Esto no tiene nada que ver con la chica de anoche.

-Llego una carta para ti.

Imposible.

-¿De quién es la carta? – pregunto nervioso- dime que no es de ellos.

-No, no es de ellos- suspira- Es de Portland, por parte de la reina. 

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¿Cómo creen qué reaccione David? ¿Cómo iran las cosas en Portland? 


El príncipe de QuebecWhere stories live. Discover now