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David

Haber recibido una carta de la reina de Portland me sorprendió demasiado, aún más cuando me ha solicitado ayuda para la guerra que se le asecha. Han pasado días desde que llego su carta, y yo sigo sin darle una respuesta, ¿Por qué ha recurrido a mí? ¿Sabría la verdad?

¿Le daría la espalda a mi familia?

-Le estas dando muchas vueltas al asunto.

Miro a Teo, observa el mar mientras toma su taza de té. Esta despreocupado, saber que la reina no ha amenazado con venir aquí por mi cabeza le ha calmado, pero también la situación por la que atraviesan Quebec y ¨Portland ha sido alarmante para él.

-Dime algo que no sepa- arrojo la carta hacia la mesa- esto era de esperarse.

-¿Fue Henry o Thomas? – le da un sorbo a su té- aunque lamento mucho lo de Clarisa, sé que es una amiga muy querida para ti.

-Con lo ilusionada que estaba por la boda, y ahora está esperando un hijo de ese cabrón.

Teo deja su taza sobre la mesa, y toma la carta para darle una leída por milésima vez. Tratando descifrar algún mensaje oculto, o señal de desconfianza. Me acaricio la barbilla, y miro hacia el mar, las olas están demasiado duras. El sol se va ocultando poco a poco entre el mar, un hermoso paisaje.

-Creo que deberías ayudarla, ella en verdad esta desesperada.

-Es un dilema, Teo – chasqueo la lengua – está mi familia y mi mejor amiga con su hermana.

-Sólo recuerda quien no te dio la espalda cuando te acusaron de traidor.

-Eso lo tengo presente.

Me recargo en la silla, intento relajarme por las olas.

Clarisa siempre estuvo de mi lado, me escucho y aconsejo cuando más lo necesite. Brindo el cariño que creí que ser digno, una dama en todo su esplendor, una mujer digna de ser reina. Fue la única en dar la cara cuando se me acuso de traición, y la que dio todo por sacarme de Quebec. Es lamentable fue atrapada por las mentiras de mi hermano.

-Entonces, ¿Qué es lo que esperas?

-Clarisa es mi amiga – afirmo – sin embargo, Evangeline es una completa desconocida.

-Eso no pensabas de ella hace años.

-Si la tuviera enfrente, sé que no es la misma- lo miro - ¿Tú qué harías?

-Ser el príncipe valiente que ella necesita.

Suspiro.

¿Seguirás siendo la niña dulce y gentil?

-Tráeme hojas y tinta. Debo darle una respuesta a la reina.

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Pareciera que David en algún momento se enamoro de Evangeline, ¿Ustedes que creen? 

Por cierto...Holaaaa! 

¿Cómo han estado? ¿Qué han hecho de su vida? 

Díganme en los comentarios, yo los leeré, y así echamos chisme a lo desgraciado. 

Nos pronto, besos. 

OXOX. 

El príncipe de Quebecजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें