Capítulo 6

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____ 'S POV.
Salimos de Hot, y el aire frío me envolvió haciéndome estremecer. Christopher lo noto y me abrazó por la espalda. Dio un corto beso en mi hombro, y sonreí.

Caminamos abrazados hasta llegar a su auto. Me abrió la puerta del copiloto, y después rodeó el para entrar.

– ¿Calefacción? – Preguntó y asentí. Lancé un suspiro al sentirla y Chris puso en marcha el auto.

– ¿A donde vamos?

– A mi casa.

– ¿Tu casa? – Pregunté confundida.

– Si, ¿Creías que haríamos algo en ese antro? No quiero que después de esto se haga un chisme. Y mas si las porristas están ahí – Reí.

– No quiero que digas nada sobre esto – Lo mire y río.

– No te preocupes, gatita, no dire nada. Con una condición.

– Lo sabía – Bufé – ¿Cuál?

– Te lo diré después de esta noche – Me estremecí.

¡Nos acostaríamos! Y eso era sorprendente. Por que en 2 años no me había visto en un auto junto a mi enemigo odioso. O en el antro bailando. ¡O yendo a su casa!.

Giró en una calle y los estruendosos truenos se escucharon, luego de unos segundos la lluvia comenzó a caer ¡Perfecto!.

– Sabes – Me miro – Me dio calor – Dije y se mordió el labio inferior.

– Puedes quitarte la ropa, si quieres.

– No gracias – Sonreí sarcástica – Prefiero hacerlo cuando tú también lo hagas – De acuerdo eso creí haberlo dicho en voz baja, pero al parecer me equivoque. Él sonrió picarón.

Después de algunos minutos entramos a una gran mansión. Era muy hermosa, incluso con la lluvia. Christopher se estaciono frente a una fuente y después bajo corriendo, me abrió la puerta como todo un caballero y se quito su chaqueta de piel, para ponerla sobre mis hombros. Después me abrazó y entramos a la casa.

Era muy hermosa por dentro, además se veía muy acogedora por dentro. Christopher encendió las luces pero obligue a que las apagará.

– ¿Que pasa?

– Me gusta la oscuridad – Me encogí de hombros – Por alguna extraña razón – Me acerque a el, quitándome su chaqueta – Me siento segura a tu lado – No mentía, en realidad dije la verdad. Lo besé y la chaqueta cayó. Me robó el aliento, y él comenzó a agitarse.

– Me...Mejor subamos – Sonreí, y me tomó de la mano y comenzamos a subir las escaleras. Esperó a que quedara frente a el y sus manos tomaron mi cintura. Me dirigió hasta una puerta donde reímos al chocar.

– Tu dijiste que no querías luz.

– Estoy consiente de ello – volví a reír. Abrimos la puerta y ahora sí encendió la luz. Era su recamara.

Era grande y muy masculina. Lo podía notar por el color azul bajo, y por las rayas negras que lo adornaban. Pude notar que le gustaba la música. Tenía una guitarra, un piano y varias cosas mas.

Christopher se acercó y me abrazó por atrás – Me inspiró mucho más cuando hay música – Reí al igual que el, se dirigió a su estéreo y dio Play a una canción, la que comenzó a sonar segundos mas tarde.

"I gotta feeling that tonight's gonna be a good night, that tonight's gonna be a good night".

Se acerco a mi y me volvió a abrazar por atrás. Me giré y lo bese algo desesperada. Mi feminidad comenzó a palpitar y mis pezones a despertar. Sus manos se dirigieron al boche de mi vestido. Lo fue bajando lentamente, hasta que este cayó al suelo junto con el condón de mi amiga, el río.

– Regaló de una amiga – Sonreí. Quite mis zapatos y los hice a un lado. Christopher me observó sonriendo.

– Sabía que eras bella, pero nunca pensé que tanto – Me sonrojé y opté por quitarle la camiseta, el me ayudo con los zapatos y los calcetines. Mis manos bajaron a su cinturón, y lo desabroche al igual que el pantalón. Lo baje desesperada, el me ayudo a quitarlo.

Me quede sorprendida al ver lo que tenía frente a mi. Su miembro. Era demasiado grande, y por un momento sentí un escalofrío. – ¿Crees que eso me quepa? – El sonrió orgulloso.

– Ya veras que si.

Se acerco a mi y me envolvió en sus brazos. Respiro el aroma de mi cabello y después suspiró. Me cargo y me dejó acostada en la cama. Se puso arriba de mi y me beso, haciéndose un espacio entre mis piernas, desabrocho mi sostén y este cayó en alguna parte de su recamara. Miro mis pechos.

– No son perfectos, pero...

– ¿De que hablas? Son los pechos mas bonitos que he visto en mi vida. Dignos de una princesa – Me sonrojé ante su cumplido y lo bese. Era demasiado extraño. No me había llamado "Gatita" como solía hacerlo. Quizás en la cama se volvía más amoroso.

Su boca, encontró uno de mis pezones y gemí. Él sonrió y comenzó a succionarlo. Jugaba con la punta, y lo saboreaba. Luego de dejar varias marcas en este. Tomo el otro, volvió a jugar haciendo que me retorciera en su cama. Me miro a los ojos y entreabrí la boca. Lancé un suspiro que fue reemplazado por un gemido al sentir uno de sus dedos en mi. – ¡Dios! – Exclamé. Comenzó a moverlo circularmente.

– Estás mojada – Gruñó – Me encanta.

No le conteste. No era necesario. Incluyó otro dedo y esta vez fue algo como "Mete y saca", no reprimía mis gemidos. Por alguna extraña razón no sentía vergüenza de nada. Sentí varios temblores dentro, y Christopher cada vez lo hacía más rápido y algo brusco. – ¡Dios! ¡Dios Christopher! – Grité al sentir que algo líquido salía de mi. Mi respiración se hizo mas agitada y después sentí que desvanecía. Era increíble ¡Había tenido un orgasmo! ¡Dios! ¡Un orgasmo, con solo 2 dedos! Este hombre era increíble.

– ¿Te ha gustado?

– S...Si – Mi respiración se normalizó.

– Hoy yo me encargo de darte placer, luego te tocara a ti – Sonrió ¿Habría otra vez? ¡Claro ____! ¡Obviamente!. Mis pensamientos desaparecieron al sentir su fría lengua en mi.

– ¡Oh! Chris... ¡Christopher! – Me retorcía mientras sentí toda su lengua en mi. Mi respiración volvió a agitarse. Apreté las sabanas con mis manos y gemí. Sus dientes alcanzaron mi clítoris y lo mordieron levemente – ¡Mierda! ¡Oh Dios!.

– Así princesa. Sigue gimiendo. Eso me excita.

– ¡Oh Dios! ¡Christopher! ¡Ah!.

En menos de 2 minutos volví a caer en sepamos otra vez. Christopher estaba torturándome. Por mas que gemía, el no dejaba de explorar mi feminidad. Hasta que el segundo orgasmo llego a mi. Gemí fuerte y luego Christopher alcanzó mi boca. Dándome a probar de mi elixir. Me beso tan dulce y tierno – Tranquila nena, que ya viene lo mejor.

Me sonrió tan cálidamente, que por un momento me sentí querida y protegida. Pero luego la realidad me cayó como un balde de agua fría. ¿Querida? Christopher y yo sólo compartíamos sexo, y era la primera vez. ¿Protegida? Quizás quería hacerme sentir bien, pero la verdad era otra. Nada de esto cambiaría nada de lo que pasaba normalmente. Él seguiría con su maldito orgullo y sus idioteces, mientras yo seguiría aborreciéndolo como solía hacerlo.

"No soy la dueña de su corazón, soy una mas". ¿Porque de repente todo esto me importaba? Seguro eran las alteraciones. "No te hagas ilusiones, no lo hagas ____." Suspiré y Christopher lo notó. Acaricio mi mejilla – ¿Estás bien? – Asentí y él sonrió – No quiero que tengas miedo, prometo no hacerte daño, al contrario. Prometo darte placer – Sonreí, ocultando las ganas que tenía de llorar. "Sólo disfruta ¡Maldita sea! Y eso haría. Sólo disfrutar.

Secret Sex - Christopher Vélez y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora