Capítulo 12

21.8K 1K 57
                                    

Christopher comenzó a dar pequeños besos en mi hombro, luego cerca de mi oído y por ultimo se detuvo en mi cuello. Comenzó con leves mordidas, que hacían cosquillas. Sus manos acariciaron mis brazos y al último se detuvieron en mis manos, entrelazó su mano izquierda con la mía, ya que la derecha estaba fracturada. Volvió con las leves mordidas en mi cuello, las cuales me hacían suspirar. Me giré de manera que pude ver sus ojos. Me acerqué a el y lo besé. Mis manos fueron a los lados de sus mejillas. Su mano izquierda a mi cintura.

El beso más tierno que no había conocido jamás. Nuestros labios se movían lentamente. Sus labios eran tan dulces, como el azúcar. Abrí un momento los ojos. Se veía tan tierno. Volví a cerrarlos, y luego comenzamos a caminar despacio hacía atrás. Choqué con la cama y me senté en esta. Sin dejar de besarnos, me fui acostando sobre la cama, mientras Christopher se acostaba sobre mi, sin dejar todo su peso. Comenzó a quitarme la chaqueta de piel negra. Me separé de el para tomar aire, y luego volví a besarlo. Comenzó a levantar mi blusa y mis pechos salieron al aire, ya que no llevaba sostén. Christopher atrapó uno con su boca y para mi fue imposible no gemir. El contacto con su boca me hacía estremecer. Arquee mi espalda y solté un gemido bajito. Estaba consciente que no estábamos solos en su casa. Las manos de Christopher fueron a mi espalda donde daban caricias de arriba hacía abajo, mientras jugaba con mis pezones. – Deb...Debes tener cuida...cuidado con tu ma...mano – Tartamudeé con mi respiración demasiado agitada.

No recibí ni si quiera un "De acuerdo". Christopher seguía jugando con mis pezones, trataba de ahogar mis gemidos pero era imposible – Christopher...Christopher para – Murmuré en susurro – No, no. No me digas que pare – Me contestó y luego se levantó un poco y se quitó su camisa. Se recostó sobre mi de nuevo. Sentí su pecho junto al mío, y me estremecí. Buscó mi boca y la besó. Sentí un cosquilleo en mi estomago, y suspiré en el beso. Christopher me estaba volviendo loca. Completamente.

Enredé mis brazos en su cuello y continúe besándolo. Mordía su labio inferior con delicadeza. Me encantaban sus labios, sus besos. Me encantaba el. Sus manos fueron a mis caderas donde las masajearon, luego su boca fue de nuevo a mi cuello, donde dio otras pequeñas mordidas, arqueé mi espalda, luego sentí sus manos en el botón de mi pantalón.

– Sólo una vez, necesito sentirte de nuevo – Susurró. No le dije nada, yo también quería sentirlo dentro de mi. Bajo mi pantalón y mis bragas juntas. No las bajó por completo, solo un poco para poder tener acceso, con mis manos desabroché apresurada el cierre de su pantalón. Lo sentí. Estaba duro, y ¡Dios!. Eso me hizo, mojarme aún mas. Con una de sus manos, sacó a su amiguito, me miro a los ojos y me penetro.

No fue nada delicado, fue duro. Tan duro que pude sentir sus testículos pegados a los costados de mi feminidad. Me aferré a su espalda, cerré los ojos, y apreté mis labios. No quería gemir. Christopher se movía bruscamente dentro de mi, una y otra vez. Encajé mis uñas en su espalda, y me arquee – ¡Dios, Chris...Christopher! – Gemí fuerte. Vuelvo a repetir, no estaba nada amigable.

– ¿Te gusta? – Murmuró – ¿Dime quien es tu dueño? Dime ¿Quien _____?.

– ¡Oh Dios! ¡Christopher! Dios.

– Dime que soy el único, y que no tienes nada con ese imbécil de Eithan – Así que ese era el maldito problema. Ahora todo estaba siendo entendido por mi mente. Se estaba ¿Desquitando?.

– ¡CHRISTOPHER! – Grité, al sentir que el orgasmo estaba llegando, y sus embestidas fueron aún mas fuertes. Me besó bruscamente.

– ¡Dímelo!.

– ¡Mierda! ¡Tu!, tú eres el único – Dije al fin, y fue el modo de que sus embestidas se calmaron. Sentía que iba a desmayarme. El orgasmo llegó y me sujeté de la sabana. Esta vez no grité su nombre, si no fue un gemido que anunció mi llegada. Luego cuando me besó, casi devorándome, me di cuenta de que el también había llegado.

Sentí espasmos por todas partes. Mi respiración estaba agitada. Cerré los ojos, mientras me calmaba. Cuando sentí que podía hablar. Abrí los ojos – Muévete – Murmuré, para que Christopher saliera de mi. Había sido duro, yo también podía serlo.

– ¿Que?.

– ¡Mierda! ¡Que te muevas! – Christopher salió de mi, e inmediatamente subí mis bragas y mi pantalón. Luego me volví a acomodar la blusa y tomé mi chaqueta.

– ¿Que haces?.

– ¿Que que hago? Me voy. ¡Christopher! ¡Casi me matas, con tus embestidas! – Christopher comenzó a acomodarse el pantalón, y luego se levantó sin ponerse la camisa. Estuve a punto de salir de su recamara, pero Christopher me lo impidió.

– Tu también casi me matas, me matas de los celos ¿Es que no lo ves, que los celos me comen por dentro? – Lo miré confundida – Toda la puta semana, tengo que tragarme las miradas que te dan todos los hombres. ¡_____! ¿No ves que estoy loco por ti? – Me quedé boquiabierta. ¿Que dijo que?.

– ¡Claro! Estás loco por mi, por mi cuerpo, por que tenga "Sexo Secreto" contigo ¿Cierto? – Su mano izquierda tomó mi muñeca derecha con fuerza, apretándola.

– ¡Me haces daño!.

– Te estoy diciendo que estoy loco por ti _____. ¡Mierda! ¡Desde hace 3 putos años! – Gritó, mientras me miraba a los ojos. Luego me soltó y se giró apenado. Se que lo que acababa de confesar, no estaba en sus planes para decirme.

– ¿Que has dicho? – Lo seguí hasta la ventana, donde estaba recargado.

– Yo..._____ estoy loco por ti desde hace 3 años. Yo _____... Yo te quiero.

Secret Sex - Christopher Vélez y Tú Where stories live. Discover now