Capítulo 10: "Murum"

65 42 0
                                    

“En el nacimiento solo hay sufrimiento, frío, asfixia, dolor, angustia, desarraigó, desorientación y soledad, eso es lo que nos define “La dependencia”, una brutal dependencia.
Tenemos que comer, beber, respirar y otras actividades más para poder subsistir, de no cubrir alguna de esas necesidades vitales sobreviene la muerte en un lapso de tiempo muy corto y dependiendo de cual sea la privación que se tenga, en algunos días.
Se depende de muchas cosas, pero aun estando plenamente satisfechos y la existencia ya no estuviera en riesgo, se suele escuchar, tengo todo y no tengo nada.
Dicen que el vacío interior es profundo e insoportable y según la ley de compensación, tendría que existir algo inversamente proporcional que lo llene y complete.
Esto excede a los dogmas religiosos que se auto adjudican el monopolio de la verdad, confundiendo a todo aquel que quisiera encontrar de buena fe las respuestas a sus preguntas.
Muchos son los nombres para llamar a esa parte escurridiza que nos esforzamos en encontrar: lumen, lumen internus, lumen dei, anima o simplemente El Alma.

Noveno portal

Cuando Scarlet cruza el portal se encuentra en un lugar muy parecido al anterior, daba toda la sensación de que era subterráneo, como si fuera una gran caverna, solo iluminando por los ríos de lava incandescente, a simple vista el camino estaba despejado.

Mirando se dio cuenta que estaba pasando un mal momento, la armadura estaba en muy mal estado, se sentía muy cansada y para colmo, la espada la había perdido en la etapa anterior y ahora no tenía ningún arma de defensa, le dolía todo, pero lo que le más le molestaba era el dolor de cabeza que sentía, el cual ella atribuía al humo circundante.

Caminaba sin un rumbo definido, pero supuso que tenía que seguir hacía adelante; de pronto aparece el niño.

-Hola, casi no la pasas en el portal anterior, tuviste suerte con la aparición de tu marido, el te salvo, sinceramente, lo que hizo fue impresionante- Le dijo el niño.
-Pero vos cada vez sos más chico, no debes llegar a los 4 años, esto si que es raro- Le dice Scarlet asombrada.
-La verdad que si, acá todo es muy raro- Le dijo él de acuerdo con ella.
-¿Voy bien encaminada o tomé el camino equivocado?- Le pregunta ella.
-El camino no es este, si bien de acá se puede apreciar la gran muralla final, la cual vas a tener que atravesar y de esta forma obtener “El lumen internus”- Le respondió él.
-¡Si la veo!- Dijo Scarlet mirando la inmensa muralla.
-Es impresionante ¿No?, tiene 450 metros de altura y esta hecha de puro granito negro- Le informo el niño.
-¿Por acá se puede llegar más directo?- Le pregunto ella.
-Vamos a perder mucho tiempo, ya que más adelante hay un precipicio tan profundo que no se puede ver el fondo- Respondió el niño.
-¿Por dónde vamos entonces?- Volvió a preguntar ella.
-Tenemos que ir rodeando por un acantilado, es muy difícil de pasar, ya que esta flanqueado por ríos de lava- Le dijo el marcándole el camino.
-¿Cómo es la bestia con la cual me voy a enfrentar? ¿Tenés idea?- Le pregunta Scarlet curiosamente.
-Estas de suerte, es esta etapa no hay contrincantes a los cuales tengas que enfrentar- Dijo el tranquilizándola.
-¿Qué es eso de lumen? Me pareció que dijiste algo como eso ¿No?- Dijo Scarlet con interés.
-Si, dije eso, el “lumus internus”- Le dijo el niño.
-¿Y qué es eso?- Pregunto Scarlet.
-Difícil de responder en pocas palabras, hay libros enteros que intentan explicar su significado, pero, lamentablemente estamos muy ajustados con tiempo- Le dijo el niño.
-Pero... decime algo... como para tener una idea ¿Puede ser?- Le dice Scarlet.
-“El lumen internus” tambien es el alma- Le explica él.
-No me quedo claro, no se que es realmente- Le dice Scarlet confusamente.
-Es difícil entender con palabras, pero cuando lleguemos y pases la prueba lo vas a comprender mejor- Le aclara el niño.
-Esta bien, tenés razón no perdamos el tiempo, aparte quiero terminar con todo esto, ya me siento fatal- Dice Scarlet sintiéndose mal.
-Bueno, comencemos a caminar, es por acá- Dijo el niño apuntando con su mano a la derecha.

El juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora