"Al grano, niño bonito"

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                       El cabello repleto de rizos pelirrojos llama mi atención y sin perder el tiempo, recordando lo que debía hacer cuando lo viera en mi camino, me paro de mi asiento sin perder tiempo y me acerco al profesor para pedirle permiso de poder ir al baño. El acepta sin un poco de interés y sin darme cuenta ya estoy fuera del salón, corriendo, para alcanzar a la chica pelirroja que mueve la cabeza al ritmo de la música que sale de sus audífonos.

Hey...

Es la primera palabra que sale de mis labios junto con la acción de rodear mi dedos en su brazo. Ella suelta un grito ahogado cuando me visualiza y de inmediato quita sus audífonos blancos de sus oídos. Mis ojos la observan con detenimiento. Pecas, labios grandes, piercings, ojos color caoba es lo que observo. Una chica linda, sin duda, pero no la chica que quiero.

—Hola Soy Hunter— Me presento sin pensarlo dos veces. Ella pasa su lengua por sus labios y asiente suavemente, todavía en shock. —Me gustaría hablar contigo así que me preguntaba si podíamos vernos después de la escuela— Trato de ser lo más amable posible, le sonrió tímidamente cuando no suelta palabra alguna de sus labios.

¿Me apresuré demasiado? ¿Me vi muy raro? ¿Soné desesperado? Oh mierda.

—Soy Natalie, y bueno... Si sé quién eres— Dice por primera vez. Ella observa su brazo, siendo rodeado por mi mano y como si tocarla fueran toques eléctricos la retiro. Suspira. —¿Que es de lo que te gustaría hablar conmigo? Es la primera vez que cruzamos palabra, no se que tema podría ser de interés para ti...— Se cruza de brazos y por unos segundos me siento amenazando, ella sonríe al ver mi reacción.

Trago en seco sin saber qué responderle exactamente hasta que algo cruza por mi cerebro. —Estoy interesado en las clases de arte que das. Ya sabes, es interesante...— Digo recordando el haberla visto entregando folletos a los estudiantes sobre clases de arte aquí en la escuela. Natalie eleva una ceja, muy poco convencida. Al parecer es astuta.

—¿Al Mariscal de campo le interesa el arte? Que interesante...— El tono de duda y de incredulidad en su voz me hacen confirmar que no me está creyendo ni una sola palabra.

—Es correcto— Continuo con mi estúpida mentira. —El arte es una forma de expresar, me he dado cuenta de que es genial y es algo que quiero comenzar a hacer.

Ella sonríe de lado. —Me encanta el arte con locura— Dice y muerde el piercing que atraviesa su labio inferior. —Pero lo que no me encanta con locura son las mentiras. Así que vamos, sin miedo, al grano niño bonito que no muerdo.

Me es inevitable no sonreír ante sus palabras. ¿Quiere que vaya al grano? Genial para mí.

—La capitana de voleibol. Lennon, Lennon Miller.

Confieso el único y principal motivo por el que la llamé. La chica pelirroja frunce el ceño y repite el nombre de aquella chica llamada Lennon.

—¿Lennon?— Me pregunta sin entender. Asiento sin dudar.

—Interés personal, nada más. Pero te necesito a ti para que debe de ser un interés personal.

Ahora ella se queda sin palabras y se apunta a si misma con las uñas pintadas de un color rojo potente que la hacen ver más blanca de lo que ya es. Vuelvo a asentir. Se queda en silencio varios segundos analizando mi confesión.

—Hoy a las 8:00 pm en el Starbucks de Brighton Boulevard.

Se coloca sus audífonos, me echa un último vistazo y después aparece de mi vista por completo. Me quedo ahí, parado, viendo cómo desaparece su figura esbelta de mi vista. Entonces caigo en cuanta de que este plan ya no tenía vuelta atrás. Era ahora o nunca.

Relationship goalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora