"Pijamada fallida con Hunter"

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              Hunter estaciona su auto afuera de mi casa y juntos bajamos para toparnos con la increíble noche repleta de estrellas. Como siempre, no habría nadie en casa, mis hermanos habían salido y mis padres no estaban en la ciudad por lo cual se me antojó invitarlo a dormir, claro que si.

Abrí la puerta de la entrada y Hunter estaba detrás de mi extremadamente entusiasmado por lo cual sonreí con gracia. Lo amaba tanto. Cuando entramos al lugar obscuro y la puerta fue cerrada, Hunter me sujetó de la cintura y unió nuestros labios en un beso repleto de deseo y pasión.

—Te invito a comer algo que hizo mi mamá— Digo con la respiración agitada, muy a penas entre beso.

—¿Que cosa?— Susurra de igual manera.

—¡Yo!— Exclamo. Hunter se detiene y me observa con una sonrisa pícara.

—Amo tus pick up lines— Nos reímos. —Pero te amo más a ti. Y amo aún más lo que voy a comer— Me jala de nuevo a el y continuamos.

Hunter baja sus suaves labios a mi cuello y le doy acceso soltando un gemido bajito, pero doy un brinco cuando escucho que algo en la planta de arriba se cae haciendo un sonido espantoso.

—¡Mierda!— Excalmo en voz baja. Me subo a las caderas de Hunter asustada, abrazándolo. —¿¡Que mierda fue eso?!— Pregunto.

—Calma, amor. De seguro es uno de tus hermanos, no hay nada que temer— Hunter trata de tranquilizarme.

—¡No! ¡Ellos no son! No iban a estar en casa por lo cual eso es imposible, tampoco están sus autos, Hunter, si no son unos ladrones, entonces son unos espíritus malignos— Le digo a toda prisa, los dos continuamos hablando en voz baja.

—A decir verdad, prefiero lo segundo— Dice.

—Ay si ¿verdad? ¡Que cool! Como los espíritus no están en tu casa pues no hay problema pero a mi que me jalen los pies en la noche, ¿No?— Lo fulmino con la mirada, sonríe burlonamente.

—Pues yo no...— Hunter se calla pues otro sonido se volvió a esuchar. Chillo y me pego aún más a el.

—Hay algo arriba, Hunter. ¡Hay algo arriba!— Escondo mi cara en su cuello, asustada.

Me abrazó. —Tranquila, no es nada. Vamos a checar, ¿Okay? Prepara tu teléfono con el 911 si es que hay un ladrón— Me bajo de su regazo.

—¿Crees que sea seguro que hagamos eso?— Le pregunto dudosa. —¿Que tal si esta armado o algo? ¿Con que nos defenderemos?

—Con cuchillos y sartenes— Responde.

—Hunter, no estamos en una película animada, por dios— Le digo. —Nos mataran con eso.

—Tu te quedarás aquí abajo y yo subiré. Si esuchas que me matan, marcas al 911 y corres por tu vida, te llevas mi auto— Me da instrucciones y siento un vacío en mi pecho cuando menciona su muerte.

—Estas pero idiota si crees que no subiré contigo y si crees que te voy a dejar aquí con esos, rufianes, ladrones, ¡Vienen por mi!— Me es inevitable no citar una frase de la película de enredados.

—Te amo pero tus chistes son los peores— Yo me río.

—Cállate, si dan risa— Me defiendo.

—Sabes que no— Dice, negando.

—Ay bueno, puta madre, hay un ladron arriba y tú y yo estábamos discutiendo acerca de que mis chistes son los peores— Lo jalo a la cocina, saco dos sartenes, un cuchillo y tomo la escoba. Le doy a Hunter un sartén y un cuchillo. —Vamos por ese ladron.

Relationship goalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora