Cuentos no apropiados para niños de Jeon JungKook [KookV]

🐺 Caperucita roja 🐺

- Okey mi amor. Este cuento de seguro lo has escuchado y es uno de los que más me ha gustado escribir. ¿Listo? - El mayor asiente y se acurruca nuevamente contra el cuerpo de este.

Había una vez en un país desconocido y en un tiempo poco concreto un joven niño (no tan niño) de cabellos castaños, ojos grandes y de color caramelo (muy atractivo el niño el endemoniado) el cual vestía siempre una linda caperuza de color rojo que su linda abuelita le había hecho tiempos atrás.

El castaño solía visitar a su abuelita con su madre, ya que los senderos de aquel lugar no eran muy seguros para niños bonitos e inocentes como él.

Un día, su joven madre le entregó una cestita llena de víveres y le pidió con mucho amor que le llevara esta adorable cesta a su abuelita, la cual se encontraba enferma y vivía en el puto culo del mundo. El niño al principio se negó, ya que estaba muy entretenido leyendo un libro que había conseguido robarle a un señor por la calle, ya que su familia no podía costearse estos, pero al final decidió ir porque sino su madre sacaba la tabla y le iba a dejar el culo más rojo que el de los babuinos.

Soltando pequeños suspiros se encaminó a casa de su abuela, pero como es un niño jodidamente distraído acabó entrando al bosque en vez de seguir el sendero original, el cual a diferencia del bosque estaba iluminado y fuera de peligro alguno.

El niño iba caminando tranquilamente, cantando una dulce canción mientras caminaba sin preocupación alguna.

- Voy a cogerte mami y te haré llegar a las estrellas con una sola noche en la cama baby. - El joven muchacho va dando pequeños saltitos mientras sigue con su dulce e inocente canción.

De detrás de un árbol, un joven sexy y caliente lobo observa al niño. El pelinegro tiene unas orejas de lobo junto a una cola también propios de este animal junto a ropa cubriendo su cuerpo porque el pobre no va a estar desnudo, se puede morir de hipotermia joder.

Bueno.

El joven lobo se sube a un árbol para intentar recostarse en una rama y así verse tremendamente apetecible para el menor, pero sus ilusiones se fueron al cuerno cuando justo estaba por pasar el niño y se cae delante de él llevando sus piernas delante de su cara mientras la cola tapaba su angelicalmente diabólico rostro.

- Oh, vaya. ¿Está bien señor? - El joven hace el amago de ayudarlo, pero el lobo se coloca en pie rápidamente.

- ¿A QUIÉN LLAMAS TU SEÑOR MALDITO NIÑO? Soy un ser joven joder. ¿No ves este cuerpo, esta cara y estos músculos? No puedo ser un señor siendo así muñeco.

- No si el humilde. - El joven de la caperuza rueda los ojos mientras el lobo se coloca su ropa.

- Oye bebé. ¿Qué traes en la cesta?

- Mierda. Llevo mierda en la cesta. ¿Qué otra cosa puedo traer en una cesta de la cual se ve que está llena de comida? - El lobo rueda los ojos.

- Me salió sarcástico el niño. Bueno, la cesta me importa muy poco. Lo que me interesa es saber si alguien ocupa tu corazón.

- Ahora que lo dices sí que hay alguien. Christian Grey ocupa mi corazón. - El menor se lleva sus manos al pecho mientras suspira enamorado. - Es tan hermoso, tan rudo, tan macho. A él le dejo que me azote y use todas esas cosas en mí sin preguntármelo dos veces. Pero alguien así real no hay. Oye, ya que estamos hablando necesito que me digas donde coño estoy. Tengo que llevarle esta cestita llena de comida a mi pobre abuelita que está enferma. ¿Sabes donde queda su casa?