S I E T E

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|SPOILER ALERT|

-Corre Meg, corre.

La pequeña miró a los ojos a Reyna, había una gran indecisión en su mente, miró hacia abajo y no era nada tentadora la bajada, sus amigos necesitaban su ayuda, ella no podía simplemente dejarlos a su suerte.

-Meg, corre, yo me encargaré de Apolo.

Ella miró a su amigo desmayado en los brazos de Reyna y fue corriendo hacia ellos.

-¿Qué haces? Sal de aquí.

Apolo comenzaba a recuperar la conciencia y murmuraba un par de cosas.

-No puedo dejarlos aquí- Entonces Reyna la tomo de los hombros y la miro seriamente.
-Escúchame bien Meg, tienes que salir de aquí, este lugar pronto estará infestado de los monstruos del emperador, yo me encargaré de Apolo, necesito que salgas de aquí ahora.

Meg la miro con lágrimas en los ojos incapaz de pronunciar una palabra, estaba aterrorizada pero aún así logro asentir y correr montaña abajo. Se estaba haciendo de noche y todo estaba en su contra.

-Rey...na- Apolo abrió los ojos lentamente y una sonrisa se asomaba por sus labios, tal vez estaban a punto de morir pero lo único que le importaba era que ella estuviera junto a él.

Reyna lo veía con lágrimas contenidas, tenía que sacarlo de ahí, el aún tenia que superar más pruebas para volver al Olimpo y crear un mundo mejor, confiaba en que lo haría. Estas últimas semanas había comenzado a sentir algo por Apolo sin embargo solo uno de los dos podría salir vivo en esta ocasión, ella se aseguraría que fuera él.

-Tienes que ponerte de pie, vamos, deben de estar cerca.

A duras penas, Apolo pudo sostenerse, últimamente se sentía como una carga para todo el mundo y el no sabía en que momento se comenzó a sentir así, no, corrección, le dolía admitirlo. Todo empezó cuando Jason Grace murió.

El peso de Apolo era abrumador para Reyna en especial cuando una de sus piernas estaba herida, posiblemente tuviese una fractura. Miro el recorrido que le esperaba y reunió toda la fuerza que puedo, necesitaba que Apolo viviera, era todo lo que quería.

El emperador les venía pisando los talones y lo sentían cada vez más cerca, dracaenas, empusas, lestrigones y todo tipo de monstruos que puedas imaginar venía por ellos.

Estando en el borde de la montaña, Reyna miro con lágrimas corriendo por sus mejillas a Apolo, y lo besó.

-Recuerda la promesa que le hiciste a Jason, recuerda lo que es ser mortal... Recuerdame- Y con esas últimas palabras empujó a Apolo con sus todas sus fuerzas haciéndolo caer.

Reyna había hecho un trato con su madre, Belona, solo uno podía salir con vida de ahí, y ese seria Apolo. Vio la inmensidad del ejército del emperador y atacó, sabiendo perfectamente que no tendría oportunidad alguna de sobrevivir.

Pero así era ella, una guerrera que pelearia hasta su último su aliento.

[...]

Reyna vio todo con extrañeza, ¿en dónde estaba?

-Reyna- Esa voz, miró hacia atrás donde provenía y sonrió.

-Bienvenida a los Eliseos- Dijo Jason, quien se acercaba a ella para darle un cálido abrazo a su compañera.

N/A: ¡Yes, i'm back!

Apolo & Reyna (Apoleyna) One•ShotsWhere stories live. Discover now