O C H O

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—Ahora, les contaré una trágica historia de amor. Erase una vez, dos personas locamente enamoradas, ella era una guerrera valiente por el otro lado, el chico era un maldito cobarde. Ambos estaban destinados a encontrarse, pero las moiras nunca son justas.

Un día, mientras peleaban a capa y espada por sus vidas, una de las tejedoras decidió cortar el hilo de ella, dando su vida por el chico débil, la chica murió en los brazos de la persona que amaba y con su último aliento le dijo "te amo". Él lloraba su perdida mientras veía como la vida del amor de vida se iba, y le susurro que también la amaba, se sentía culpable, sentía que había sido un idiota por no haber confesado sus sentimientos a tiempo. Poco a poco el cuerpo de la chica fue desapareciendo hasta que en el cielo apareció una nueva estrella que brillaba con todo su esplendor en la oscuridad. Fue cuando supo que no estaba tan solo como creía, su hermana lo había bendecido y estaba agradecido. — Apolo paro brevemente para mirar el rostro de todos los campistas que escuchaban atentamente la historia. Había lágrimas en sus ojos. —La chica fue a los Campos Elíseos, se reencontró con uno de sus mejores amigos en la vida, y... Y es feliz.

Nadie dijo nada, el silencio era abrumador para Apolo así que sólo se marchó de ahí. Caminando por el bosque del Campamento Mestizo pudo observar el cielo, y la vio. Aquella estrella que siempre lo hacía sonreír, incluso en sus peores momentos. Se detuvo justo ahí, cerca de un árbol y tomó una pequeña flor dorada, con pétalos tan delicados que si los tocabas demasiado brusco se caerían. La llevó a su nariz y olió el dulce aroma que desprendía.

El había sido el creador de tan bella flor que solía crecer por las noches, le había llamado "Reyna" en honor a su más grande amor, del que aún seguía completamente enamorado.

—La amas mucho ¿no es así?— Una nueva voz apareció detrás de él, pero no se sobresalto, sintió la presencia de cierta diosa incluso antes de que hablara.
—Conoces esa respuesta, Artemisa.

Artemisa asintió, y miró hacia donde la mirada de su gemelo se encontraba.

—Era admirable, hubiese sido una cazadora increíble.
—Reyna nunca hubiera sido cazadora.— Apolo vio a su hermana —No lo perdería de esa manera. Pero sabes que aún así, siempre estaré agradecido por lo que hiciste por ella.
—No dejaría que esa chica fuese olvidada, jamás. Siempre será una leyenda entre los semidioses, así la recordarán.

—Di Angelo me dijo que Reyna esta tranquila en los Elíseos.
—Dime que ya olvidaste esa absurda idea de intercambiar tareas con Hermes.
—Se ha negado, le teme a Zeus, no quiere que le pase lo mismo que a mí, no quiere ser mortal.
—La verdad, me agradaba Lester.
—A mí también, Lester tenía a Reyna, yo solo tengo su recuerdo.

Artemisa la miro por última vez antes de que este subiera a su auto y arrancará directo al Olimpo, donde simplemente ya no se sentía en casa.



N/A: Feliz año nuevo, chicos (as) les deseo lo mejor en este 2019.

Apolo & Reyna (Apoleyna) One•ShotsWhere stories live. Discover now