Pink hair, dark soul.

Capítulo 12.

*Jisa*

Los recuerdos vividos con Step se agolpaban en mi mente, mientras las lágrimas hacían que mi vista estuviera borrosa.

¿Cómo me había podido hacer aquello? Yo lo amaba, y creía que él a mí.

Grité, tanto como mis pulmones me permitieron. Grité insultos, grité nombres y grité simples 'ah.'

Me había hecho daño. Él me había hecho daño. Pero, sobretodo, Step me había decepcionado.

*Step*

-¡Mierda!-grité, agarrando lo primero que vi (un vaso) y haciéndolo estrellar contra el suelo-.¡La he cagado!

-Steppy...-dijo Manon, apoyando su menuda mano en mi hombro.

Aparté su mano y la miré, con enfado.

-¡No me llames así!

Ella parecía al borde de las lágrimas.

-Lo siento, Manon. Es solo que esto no debería haber pasado. Amo más a esa chica que a mi vida, aunque eso no sea demasiado difícil. Ella me ha salvado. Yo estaba al borde del abismo, a punto de caer y terminar con todo y ella me salvó. Me dio una razón para seguir. Y luego llegó esta estúpida enfermedad, estropeándolo todo. Y aún así ella me ha seguido amando y apoyando, ¿y como se lo devuelvo yo? Poniéndole los cuernos. ¡Soy estúpido! -Di un golpe a la pared-. Vete, Manon, por favor.

Ella mordió su labio inferior y se vistió, y salió de allí, pero no sin antes dirigirme una sonrisa triste.

Lo que yo en aquel entonces no supe era que aquella sería la última vez que viera a la menuda chica de cabello corto y cuerpo esquelético.

*Jisa*

Estaba sentada, en el suelo, con la espalda contra la pared y abrazando mis rodillas, ahora huesudas. Por alguna extraña razón, solté una sonora risa. Una risa demente.

Alguna canción de Nyman sonaba de fondo. Una canción que no lograba escuchar, pero sabía que aquellos suaves acordes estaban ahí.

Separé y volví a juntar los dedos de mis pies por alguna razón. Me parecía divertido, ver como se movían, y como en cada movimiento se notaban las venas de estos.

Eché la cabeza hacia atrás y cerré los ojos.

"Te quiero."

Podía escuchar la voz de Step diciendo aquellas palabras, con aquella sonrisa tímida y sus ojos grises tras su flequillo castaño claro.

En aquel momento, las cartas de Step a Diane me vinieron a la mente.

Me arrastré por el suelo hasta llegar al baño, donde, tras el lavabo, estaba aquella caja metálica.

La abrí y saqué el montón de cartas. Escogí una al azar.

Querida Diane:

Hoy ella me ha sonreído. Quizás no era a mí, pero yo lo he interpretado como que sí.

A veces, mientras escucho a Michael Nyman, entre los acordes de su suave piano, aparece su rostro.

Su fino y pálido rostro. Con sus ojos grandes y azules. Sus labios, finos y rosados. Su pelo, largo y rosa, de ese rosa que te hace darte la vuelta a mirarlo cuando ella camina junto a ti.

Daría hasta lo que no tengo por tenerla a mi lado, porque me dedicara una sola palabra amable, porque supiera de mi existencia.

Pero tanto tú como yo sabemos que de los dos, yo soy el experto en ser invisible y tú la experta en ser el centro de atención.

Siempre he envidiado tu forma de ser, tu vitalidad y tu presencia.

Y tu felicidad.

Pero ahora sé que no eras feliz. Y siento haber estado tan ciego, Diane. Lo siento de veras.

Te quiere,

Step.

Querida Diane:

Hoy ella me ha pedido un lápiz.

Me ha dicho, y cito textualmente:

"Pst, oye. ¿Me dejarías un lápiz? He perdido el mío y si no dibujo rápido me va ha dar algo" y sonrió.

Yo, con una sonrisa tímida, le di mi lápiz mordido por el extremo superior. Ella sonrió al mirar al lápiz, por alguna razón que desconozco.

Creo que me estoy enamorando realmente de ella, Di.

Te quiere,

Step.

Recordaba aquello. Sonreí porque él tenía el mismo mal hábito que yo. Y aquello me pareció adorable.

Suspiré. Esto no iba a quedar así. Aquella zorra había arruinado mi relación con el amor de vida y lo iba a pagar. Y muy caro.

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Hey, lectores.

El capítulo es medio corto, pero ya estamos cerca del final :00

¿Qué pasará? No se sabe chanchanchaaan.

Bueno, preparaos porque el siguiente es el Epílogo. Espero que os guste.

Os quiere,

-Leid.