Todo por Ti

Parte 11

Es increíble cuando te entregas a una persona y esa persona se entrega a ti. Lo mejor es conocer esta etapa de Cristóbal, al cual no conocía, no conmigo. Él siempre fue distante hacia mi persona, pero se veía el amor y el cariño hacia su familia.

Ahora después de hacer el amor toda la noche y resto de la mañana, nos encontrábamos ambos abrasados en el mueble y querer permanecer en esa posición toda mi vida. Pero un ruido de coche llama mi atención y siento su cuerpo tensarse. De inmediato se levanta y me hace señas que vaya a la habitación y me ponga ropa ya que ambos estábamos desnudos, mientras él se apresura y se pone una pantaloneta para abrir la puerta.

—¡Viejo que tal tu reconciliación! — Abro la puerta despacio y miro por un lado y reconozco el chico que acaba de llegar y es el que me trajo a la cabaña en su moto.

—Espero que me tengas buenas noticias— Cristóbal lo corta enseguida.

—Vaya viejo, tranquilo— Alza sus manos en forma de rendición.

—¡Amor, ya puedes salir! — Salgo de la habitación y veo que su amigo sonríe al verme.

—¿Qué tal la has pasado preciosa? — Me pregunta su amigo y escucho como gruñe Cristóbal haciéndome sonrojar —¡Ahh mira se sonrojo! — Cris le tira un cojín en su rostro haciéndome reír.

—Deja de mirarla idiota— Paso hasta llegar al lado de Cristóbal para sentarme a su lado, pero este me jala haciendo que me siente en sus piernas, me renuevo incomoda y el me aprieta más hacia su cuerpo.

—Amor no te remuevas mucho que vas a hacer despertar a mi amigo— Abro los ojos mientras ambos ríen. Escucho la puerta abrirse y mi sangre hierve al ver quien ha entrado.

—¿Qué hace ella aquí? — Digo alterada al ver a la chica con quien se estaba besando Cristóbal el otro día, ella me sonríe caminando por la sala.

—Tranquila fiera que vengo en son de paz— Me remuevo del cuerpo de Cris, pero este no me deja levantarme.

—Tranquila amor ella no es lo que parece— Me dice Cristóbal.

—¡¿Cómo que no es lo que parece?!— Levanto la voz —Con ella es la que te revolcabas el otro día— Su amigo mira mal a Cris y esta rueda los ojos.

—Amor ella es la mujer de Mario—

—¿Mario? — El amigo de Cristóbal alza la mano guiñándome el ojo.

—Mucho gusto preciosa soy Mario— Sonríe alzando su mano.

—No entiendo nada—

—Amor ella es la mujer de Mario, es la que me está ayudando a despistar a Débora— Lo miro sin entender.

—Niña que tu novio te está diciendo que no soy su amante, yo soy una actriz que lo está ayudando para que la vieja loca no sospeche de ustedes dos— Dice rodando los ojos y sentándose al lado de Mario.

—¿Entonces tú y Cristóbal no tiene nada? — Cris toma mi rostro para que lo mire a la cara.

—No mi amor, ella solo me está ayudando— Susurra en mis labios y me da un corto beso.

—Ahh que lindos— Dice Mario.

—Idiota, mira y aprende a tratar a una mujer— Dice la chica golpeándolo con un cojín.

—¡Oye! Yo siempre te trato bien— Se queja Mario y ella vuelve a golpear su rostro.

—Aprende idiota, no solo es tratar bien— Nos mira — Ellos se ven con adoración y el está haciendo todo por ella— Dice la chica haciendo un ridículo puchero — Todos los hombres son unos malditos, no saben lo que tiene hasta que lo pierde— Se cruza de brazos.

—Sabes que yo jamás haría algo para dañarte— Dice Mario levantándose del asiento acercándose a la chica y la toma de los brazos y se sienta donde esta ella haciendo que ella se siente en sus piernas.

—Bueno ya dejen el drama para otro día— Dice Cristóbal cambiando de actitud —¿Qué has sabido de la bruja? — La chica rueda los ojos.

—La vieja esa no hace más que llamarme para saber dónde estás— Hace una pausa y me mira — Le dije que estabas borracho y dormido en mi cama para evitar sospechas—

—Gracias— Susurra Cristóbal —Ahora tenemos que planear cómo hacer para poder vernos sin problemas— Mira a Mario —¿Has hackeado sus cuentas? — Mario asiente —Debemos de tener pruebas para relacionarla con la mafia—

—Debemos prepararla a ella— Me dice señalando con su rostro — Débora tiene...—

—Ahora no Priscila— Interrumpe Cristóbal.

—Ella tiene que saber lo que está pasando con sus padres— Dice ella molesta.

—Priscila— Le advierte Mario.

—¿Qué sucede con mis padres? — Todos guardan silencio y me empiezo a desesperar —¿Cristóbal me dices ahora mismo que está pasando con mis padres? — Le digo molesta.

—Díselo Cristóbal, no es bueno que ella tenga su buena imagen con su padre...—

—Priscila— Mario la interrumpe ganándose una mala mirada de Cristóbal.

—Oh me dicen ahora mismo que está pasando con mi papa o vamos a tener problemas—

—Amor tranquila, debe ser un desliz de tu papa...—

—¡Desliz! ¡Por favor! Ese hombre no hace más que estar con una y otra mujer— Dice molesta Priscila.

—¿Qué acabas de decir? — Digo levantándome del regazo de Cristóbal y encarándola —¿estas diciendo que mi padre le es infiel a mi madre? —

—Míralo tú misma— Me dice ella pasando su móvil, Cristóbal se levanta molesto a quitarme el móvil, pero lo detengo.

—Ni se te ocurra— Lo señalo y empiezo a buscar en el móvil y se ve a mi padre con una rubia, luego una morena de pelo corto y así sigue varias mujeres distintas haciendo que mi corazón se oprima —No puede ser— Digo con lagrimas en los ojos y me detengo en una foto en especial, en las otras fotos no se logra ver los rostros de las mujeres, pero en esta si logro mirar su perfil y reconocerla — Yo sabía que no podía ser cierto— Empiezo a reír y los tres me miran como si estuviera loca.

—Pobre chica, la impresión le hizo zafar un tornillo— Cristóbal la mira mal y se me acerca.

—Amor todo se puede solucionar— Me dice con ternura y le sonrió.

—¿Dime que vez en esta foto? — Le muerto la fotografía y el la mira con detenimiento —Mira la mujer Cris ¿Acaso no la reconoces? — Ruedo los ojos y le muestro ampliando la imagen y él abre sus ojos.

—¿Es tu madre? — Asiento.

—Mis padres tienen una ridícula forma de mantener la llama encendida de su relación—

—¿Qué quieres decir con eso? — Le paso su móvil.

—Mira que todas las mujeres tienen la misma contextura física— Hago una pausa sentándome en el mueble y Cris se sienta a mi lado tomando mis manos — Ella tiene un cuarto de pelucas y ropa extravagante para disfrazarse e irse a los encuentros con mi padre—

—¿Ósea que tu madre se viste como zorra para hacerse pasar por otra persona con tu padre? — Ruedo los ojos.

—Por así decirlo— Contesto.

—Me encanta tu madre—Dice Priscila mientras sonríe —Ella me ha dado una magnifica idea para que ustedes se sigan viendo y la loca esa no sospeche— La miro sin entender y ella sonríe traviesa.

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