Parte 16

4.9K 585 19
                                    

Mi vida es una mierda desde la muerte de mi padre.

Ya han pasado un mes y cada día mi vida se sumerge en la oscuridad total. Mi madre ha sido internada en el hospital en dos ocasiones por la depresión que está atravesando y mi tía permanece encerrada en su habitación, mientras Sophia no volvió a ser la misma.

Toda mi familia se derrumbó por completo, ya nada tiene sentido, ya nada importa.

No hemos vuelto a saber de Cristóbal, Cosa que agradezco. En algunas ocasiones lo extraño y en otras  quisiera verlo muerto; la verdad es que ya nada me importa.

Estuve meditando mucho hace días y he decidido acabar con toda esta mierda de una vez por toda. Hace días conocí a alguien, una señora que me hizo darme cuenta que no puedo descansar hasta vengarme de esa mujer y acabarla con mis propias manos.

Soraya, una mujer que esta postrada en una silla de ruedas por un accidente, me dijo que ella nunca pudo seguir con su vida hasta que se vengó de la persona que la dejo paralitica en un accidente de auto; que hasta que no hizo pagar ese hombre que la dejo postrada a una silla de por vida, no pudo descansar.

Así que decidí viajar hasta Barcelona y buscar a esa mujer y matarla con mis propias manos.

Entro despacio a la habitación de mi madre, todo luce oscuro sin vida. Sin que mi madre se dé cuenta voy hasta el armario de mi padre y dígito el código de la caja de seguridad y saco dinero y el arma de mi padre; con esta misma matare a esa mujer.

Antes de salir me dirijo donde está mi madre, la veo por un momento y acaricio su rostro quitando el pelo que cae en su cara. Luce demacrada, su cabello rojo sin brillo y su belleza ausente.

Beso su frente y cierro despacio, mi madre por más ruido que haga no se dará cuenta de nada ya que el medicamento la mantiene en ese estado.

Bajo las escaleras y le pido al chófer que me lleve al aeropuerto; al principio se niega pero con sola mi mirada sabe que no puede detenerme.

Como voy en unos de nuestros aviones privados, no tengo problemas en esconder el arma y salir a rumba hasta Barcelona. No me importa mi vida, no me importa lo que pueda pasar, solo quiero acabar con ella y si Cristóbal interfiere, acabare con él.

Llego a Barcelona en la noche, está empezando el invierno y la noche se siente fría. Así como mi alma.

Me registro en un pequeño hotel y aunque trato de dormir me es imposible. Ya ni recuerdo cuando fue la última vez que lo hice sin problemas, sin tener que tomar algún calmante o cuando fue la última vez que ingerí una comida decente.

Miro mi reflejo en el pequeño espejo del baño. Tengo grandes ojeras, mi cabello luce desarreglado y las costillas han empezado a reflejarse en mi cuerpo. Suspiro por un momento pero unos toques en la puerta de mi habitación me hacen aclamarme, tomo el arma de mi padre escondiéndola a mis espaldas; abro despacio y me encuentro con la persona que menos pensé en ver.

― ¿Qué haces acá?― Pregunto de mal humor sin abrir por completo la puerta.

― ¿Puedo pasar?― Sonríe de medio lado.

― ¿Qué quieres? ¿Cómo sabes que estaba acá?―

― ¿Quieres que te conteste en pleno pasillo?― Abro la puerta y miro si alguien viene con ella, al confirmar que está sola abro la puerta y ella entra.

―Vaya, esto si es una pocilga― Hace una mueca de desagrado mirando el lugar.

―Vienes a criticar es mejor que te largues―

― ¿Por qué te quedas en este sitio? Tengo entendido que el dinero les fue devuelto― Priscila se sienta en unos de los muebles.

La observo y luce diferente de cuando la conocí. Antes se veía elegante, hermosa. Ahora luce un sencillo Jean, una camisa oculta en una chaqueta y unos sencillos converse.

Todo por Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora