En El Cuerpo De Naruto || Naruto-Orginal

Capítulo 1

Todas las traducciones, explicaciones, anuncios y encuestas se encuentran al final del capítulo.

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¿Por qué?
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David descansó la cabeza en su brazo izquierdo, escuchando a medias lo que su profesor explicaba. Hasta ahora había tenido un muy mal día por varias razones. Se había levantado tarde por culpa de su teléfono debido a que se descargó durante la noche, no pudo desayunar nada, casi no lo dejan entrar a la clase y para colmo tenía una migraña atroz. ¡¿Qué más le iba a suceder hoy?!

Sí, definitivamente hoy no fue su día.

Estaba esperando con muchas ansias llegar a su hogar y dormir el resto de la tarde, mandando en el proceso al diablo todo lo que tuviera pendiente por hacer (tareas, limpieza del hogar, ayudar a su hermano en un extraño proyecto de arquitectura, y finalmente la peor de todas, desvelarse hasta tarde en un presupuesto que su jefe del restaurante quería para dentro de dos días, que de seguro, terminaría aún más con su estabilidad emocional). Se masajeó la frente y el puente de la nariz, consciente de que el bullicio que había a su alrededor no iba a terminar pronto.

Fue como si todos sus compañeros se hubieran unido en secreto para sacarlo de quicio con el estruendo que estaban haciendo al reírse, conversar, arrastrar butacas y lanzar objetos al ventilador. Notó que su mejor amigo, Alex, le estaba dirigiendo cada cierto tiempo algunas miradas preocupadas; David supuso que no le era normal a su amigo verlo tan callado, ya que de seguro estaba acostumbrado a que él no parara de hacer comentarios graciosos en medio de las clases.

El fuerte ruido de la campanada resonó por los pasillos y David casi suelta un suspiro de alivio. Se puso de pie al mismo tiempo que todos, sin embargo él lo hizo con una lentitud dolorosa y procedió a juntar su cuaderno, libro y iPad para meterlos en su mochila. Volteó hacia con Alex, quien también ya había terminado de guardar todo lo que había estado encima de su butaca, y le preguntó:

—¿Quieres que te deje de nuevo en tu casa?

Alex se puso la mochila al hombro y asintió. —Sí, por favor. Aún no me han reparado el neumático pinchado.

David sonrió con un poco de burla. —Eso te pasa por prestarle el auto a tu hermanita.

—Ni me lo recuerdes. —Rodó los ojos con exasperación—. ¿Sabes qué le dijo a mi papá? "Ay, papi, Alex me dio el auto así, yo no tengo la culpa y no lo voy a pagar". ¡Que mocosa tan descarada!

—Está en sus dieciocho, se le pasará —le dijo y se encaminó a la salida. Alex lo siguió al mismo ritmo.

—Pues lo veo muy complicado —replicó y dio un bufido molesto—, porque ha estado así desde los trece y no parece que vaya a dejar de ser la "hija de papi".

David, pese a el dolor de cabeza, no pudo evitar reírse de su amigo mientras salían rumbo al estacionamiento. —Te compadezco, viejo. Lo bueno es que en mi familia solo tengo un hermano y él es el mayor.

—Te envidio mucho, en serio.

Llegaron finalmente al estacionamiento, y mientras Alex buscaba el carro de David, el susodicho se dedicó a observar de nuevo el lugar: el aparcamiento era una extraña mezcla entre una zona vieja y moderna, todo debido a que la mitad estaba en remodelación —haciéndolo parecer un basurero— y la otra mitad estaba bastante limpia y hasta tenía una malla solar.