Díez

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—Basta, Graham, por favor. —

—Vamos, No es tan difícil. —

—No lo es, por eso te mando por un desagüe otra vez. —

—Eres tan fría, tú aspecto no lo aparenta. —

Deje de mirarlo y seguí caminando sin prestarle atención, mi opción era buscar a Rubén y después Graham me dejaría en paz, tiene a muchas chicas detrás debería de agarrar a una de ellas y saciar lo que sea que quiera saciar, pero esto ya parece un tema muy personal desde que cambio algunas clases para tenerlas a la misma hora.

Entro en la biblioteca rápido para ganarle el paso a Graham, el seguía hablando y hablando y a mí no me podría importar menos lo que tenga que decir.

—Muñequita, ven acá. — está frente a mi a unos metros y corro en busca de su ayuda, Graham se queda unos metros atrás viendo como Rubén me tomaba contra su cuerpo para besarme, sus manos bajan por mi espalda y aprieta mi cadera contra la suya.

De reojo miro como Graham se va sin más y suspiró aliviada, la biblioteca estaba sola Rubén estaba de encargado el día de hoy y hoy era el día que nadie quería entrar aquí, aparte de conserjes ni una mosca se paraba acá.

El beso comenzó a tomar más temperatura cuando las manos de Rubén comenzaron a masajear mi culo frotando su entre pierna en mi.

—Daddy, pueden vernos. — hablé entre el beso y no fue una buena idea por qué le di acceso a la lengua de Rubén que toqueteaba la mía con gusto.

—No importa, quiero tenerte...— nos separamos un momento y hizo que viera su erección apretada contra sus pantalones.

—De rodillas. — mis ojos no podían abandonar la imagen lasciva que está proyecto mi cerebro ahora mismo.

—Tus ojos son tan relucientes como una luz de neón cuando me miran la verga. — dijo eso bajando su ropa interior y pantalón.

—Chupalo zorrita. —

Estábamos en la parte más profunda de universidad y yo simplemente no podía frenar el deseo que tenía ahora mismo, todo se sentía 100 veces mejor por la idea de que alguien pudiera descubrimos.

Estamos solos en la biblioteca somos nosotros y nadie más, pone mi cuerpo contra una de las grandes estanterías de libros, estoy de rodillas frente a el y su pene erecto justo al frente de mi boca, lo tomo entre mis manos y comienzo a meterlo despacio en mi boca, lo miro y veo como su rostro tiene esa expresión de placer. 

Este hombre era puro arte, sus facciones y expresiones me excitaban, por el rabillo del ojo ví movimiento en el inicio del pasillo cuando iba a decirle a Rubén empujó su cuerpo aún más cerca del mío dejando su miembro aún más adentró de mi garganta.

Mi respiración fue interrumpida totalmente y Rubén gemía bajo pero suficiente algo para escucharlo yo, lo empuje lejos cuando comenzó a dar indicios de querer terminar, tome su miembro con la mano y pare la lengua por la cabeza esperando y rogando con la mirada por su semilla.

—Joder, muñeca. — dejo salir aire de forma violenta intentando mantener la calma.

—¿Te gustó?. — pregunté limpiando mi boca.

—Me fascinó, debemos de intentarlo otra vez. —

Me tomo y me llevo a una mesa llena de libros, quito algunos libros y me sentó arriba de la mesa.

—Te voy a devolver el favor. —

—Daddy, no es necesario. —

Me llene de vergüenza y intenté cerrar las piernas pero el no me dejó, apenas puso su mano en mi sexo abrí las piernas por inercia.

—Dejame comerte. —

Si alguien entraba me iba a ver con las piernas abiertas y un chico en medio de mis piernas, no abría forma de disimularlo ni de mentir para escaparnos de aquí, la puerta la dejé cerrada y si alguien entraba escucharía perfectamente por lo callado que estaba aquí todo.

—Uhm... — movió mi ropa interior a un lado. — va a ser más fácil y rápido si no la quitas. — da un suave beso en el interior de mis muslos.

Su cabeza se perdió en el centro de mis piernas, cerré los ojos con fuerza intentando aguantar los gemidos, era demasiado hábil y lo hacía tan lento, parecía una tortura, sus dedos jugaban con mi entrada una y otra vez mientras su boca se ocupaba de mi punto dulce.

Si seguía así un minuto más una a terminar y iba a hacer un desastre.

—Daddy, Daddy, para. — abrió más mis piernas teniendo aún más acceso.  —Me voy a venir, Me voy a venir. — solté en un chillido.

Abrí los ojos y ví a Graham mirándome en el inicio del pasillo, pegue un grito asustada inmediatamente Rubén me mira y ve lo que miro atrás de él.

—Graham. — Rubén se levantó y me bajo la falda de forma inmediata, tenía las mejillas ropa y la voz ronca y áspera.

—Yo-Yo solo venía a decir que venía el director.  — estaba nervioso y corrió saliendo de la biblioteca.

Ya estaba agarrando nuestras mochilas para salir corriendo.

Rubén tomo mi mano y corrimos a la salida por el lugar de educación física, Graham iba frente a nosotros estaba tomando aire en la salida del lugar.

—Me vieron salir con ustedes, una amiga acaba de decírmelo, maldición, van a pensar cosas raras y ni siquiera practique en su momento de lujuria adolescente. —

Lo mire apenada. —Debemos irnos ya antes de que nos vean aquí tan cansados por correr. — Hablo Rubén.

—Gracias por avisarnos, Graham. — lo tome del hombro en señal de agradecimiento antes de seguir corriendo a el auto se Rubén ahora para abandonar la universidad.








                              

YES DADDYWhere stories live. Discover now