Eras mi único rumbo,
madre de mi llanto amargo,
nos habríamos comido el mundo
sin dejarnos siquiera un lado.
Te dejaba llorar en mi hombro
queriendo acercar tus besos,
solo esperaba que volvieses
a calentar mis fríos huesos.Pero se te hizo tarde, y ahora,
ahora no me busques sin rumbo,
no me encuentres llorando,
no me regales el mundo,
no quiero estar a tu lado.
Ya no tienes mi hombro,
y ya no quiero tus besos,
no esperaré tu retorno
mientras se pudren mis huesos.
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Tatuajes.
PoetrySé que lo que viví me dejó marca, y está reflejada en cada una de las palabras que hay en este poemario. Quizá tú también tengas tus tatuajes, o quizá puedas ver tu historia en los poemas que me tatué a su salud. Publicó un nuevo poema en días alte...