Un día.

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Y un día mis sueños
dejarán de ser algo más que un souvenir de lo que usted fue,
cuando ya no la eche de menos,
ni la piense de más.

Un día el subjuntivo de sus besos,
olvidará que nunca fueron ni pretérito,
ni perfectos,
que usted fue la curiosidad
del gato en celo que la maullaba en los tejados.

Un día acabará el grito del cristal
cada vez más negro por el que nos miramos,
y un día, cuando ya no podamos vernos ni un día,
ni dos,
ni tres.
Un día, cuando no la piense de más,
cuando deje de echarla de menos,
será usted,
entonces,
un recuerdo sin más.

Tatuajes.Where stories live. Discover now