LA NIÑA DE MIS OJOS| ERICK BRIAN COLÓN| CNCO. [PAUSADA]

C06: Mamás.

Maratón B-Day

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Se sentó en su cama mientras pensaba en todas las cosas que habían sucedido hace unos minutos ¿Debía de hacerlo o no? Si Erick hacía el concierto pues tendría dos beneficios, el primero es ayudar a su madre con algo de dinero mientras ella conseguía empleo y el otro era su propia diversión y satisfacción. Soltó un prolongado suspiro antes de llevar sus manos a su rostro, no quería que Emma le cobrara ese favor después si lo hacía y aunque ella era una chica de buenos principios pues en realidad no la conocía del todo y le daba algo de mala espina la propuesta que le hizo junto a lo que dijo.

Unos minutos después, a su vista quedó tan claro como el agua dos siluetas de chicos, eran sus mejores amigos desde luego. Era algo tan común que ellos fueran a la casa de Erick porque ese lugar daba un ambiente con buena vibra y se podía sentir y percibir felicidad y alivio aunque en realidad todo no fuera así en ese momentos.

Johann no dudó en hablar de la locura que había cometido Zabdiel y sin duda Aaron lo apoyó.

—Oye Er, a que no sabes... —Dijo el castaño mirándolo fijamente al chico de ojos verdes.

— ¿Qué cosa? —Preguntó con el ceño fruncido.

—Zabdiel se unió a una disque banda —Soltó Aaron.

—Oh vaya, eso es genial... —Respondió Erick un poco distraído.

— ¿Genial? No creo que esa banda sea real la verdad, es que nadie los conoce —Cuestionó Johann.

—Tal vez sólo necesitan tiempo para que la gente los conozcan —Añadió Erick.

—Ellos nos preguntaron si nosotros queríamos unirnos pero nos negamos, no queremos perder nuestro tiempo en algo que probablemente nunca va a crecer. Es decir, vivimos en un barrio y nadie nos va a reconocer en un barrio —Dijo Aaron.

—Eso es muy cierto —Agregó Johann mientras asentía con la cabeza.

—Tuvieron razón al no aceptar —Hizo una pausa— Ustedes son mejores cómo solistas...

—Igual que tú, Erick. Si nosotros somos buenos, tú eres cómo... Cómo un dios de las canciones y el canto —Exageró Aaron.

Todos rieron ante el comentario del moreno, aunque ellos sabían que eso era súper cierto. Erick era el mejor escribiendo canciones, tiene un talento excepcional que podría decirse que es prácticamente un don que Dios le dio el día que vino al mundo.

Johann y Aaron estaban comenzando a notar que su amigo estaba un poco distraído y algo fuera de la conversación. Lo miraron fijamente y tenía esa cara de una persona cuándo está pensando en algo que lo está volviendo loco, esa la manera en la que Erick estaba.

— ¿Se puede saber en qué piensas? —Preguntó Johann.

Erick salió del trance en el que se encontraba y se dedicó a mirar a sus amigos unos segundos hasta que pudo reaccionar para dar una respuesta clara— En Emma...