Código: KND: La 9na Era (L.1*)

Capítulo 40: Operación: D.O.L.O.R. (9° Parte)

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Unos momentos antes...

Para Kuki y Wally su amiga siempre había sido madura e inteligente, así que aunque se hayan enterado de su problema no le tomaron mucha importancia pues para ellos siempre había sido igual y eso nunca represento un inconveniente para llevarse bien, pero era distinto en las misiones, por lo tanto debían ayudarla aunque no estuviera en su lista de prioridades.

Para 2 si era distinto desde la raíz, el conoció 3 etapas de Abby, la niña tímida que casi no hablaba, la enérgica que creía que podría lograrlo todo con esfuerzo y la actual, la chica bromista pero que cuidaba de todos como si fuese la hermana mayor.

Se preguntaba si al curarla volvería a rebosar tanto de energía que andaría dando saltitos alrededor de él, corriendo hacia el peligro como si fuese tan normal como tomar un vaso de agua y a verla sonreír resplandeciente con esos ojos que parecían reflejar con su brillo la felicidad de su corazón. El que conoció ese lado sabía perfectamente que 5 era más feliz antes, ella no se encerraba en su habitación para escuchar música o leer revistas, no se escapaba por las noches sin decirle a nadie, no mantenía secretos con sus amigos y no intentaba resolver todos sus problemas sola.

Extrañamente comenzó a sentirse nostálgico, en su pasado el deseo que esa Abby molesta se fuera pero ahora quería volver a verla, porque esa era la imagen más feliz que tenia de ella. El pensar que quizás estuvo sufriendo todo estos años sin que se haya dado cuenta antes lo lleno de culpa, se supone que era su amigo, era su obligación percatarse, más aún porque también conviven juntos en la casa del árbol. Eso era lo que ella hacía, siempre que necesitaban de alguien confiable, Abby siempre era la primera opción de todos y no era distinto para él, fue por su constante ayuda que Hoagie podría decir que era feliz en la actualidad. Le mostro el camino de la mecánica, le insistió para que lo intentara, creyó en que podría ser más que solo el gordito de los malos chistes, le enseño que podría ser feliz incluso con sus aficiones de nerd porque siempre iba a haber alguien que lo aceptaría tal cual era.

Por todo ello su deseo de ayudarla venía desde el fondo de su corazón, era tan fuerte como el impulso que sintió antes de golpea al niño enemigo solo que esta vez era el sentimiento contrario, no iba a quedarse tranquilo hasta haberla curado de los efectos del rayo y si después de eso no cambiaba nada entonces, buscaría otra manera de hacerla feliz pero debía empezar desde ahora sin perder más tiempo.

Hablo con Kuki al salir de la oficina de Rachel, para que siguiera cuidando de 5, aun no sabían que ella ya había despertado. Después, tenía pensado ir a echar un vistazo a las grabaciones que podría tener el museo de ese evento del cual comento 362, estaba consciente de que quizás no le ayudaría en nada a su causa pero él quería ver con sus propios ojos como era la Abby combatiente de esa época, la que Rachel quería recuperar. El problema era que no tenía un avión, pensó en pedirle a 60 una de las naves traídas de la base ártica pero noto que iban a ser utilizadas para transporta las cajas del almacén, entonces solo le quedaba una opción...

—18... —Lo llamo 2 mientras se acercaba. —Te considero un amigo y los amigos se hacen favores... ¿Podría acompañarme a un lugar llevando tus botas?— El otro mecánico levantaba una de sus cejas en respuesta, aquello había sonado como si se estuviera aprovechando de él. —Por favor...— El gordito junto sus manos a modo de súplica. —Esto no es para mí, es para ayudar a una amiga. — A no ser de esos chicos orgullosos no tuvo problemas en seguir suplicándole, pero esta vez arrodillándose.

—Justo ahora te ves como todo lo opuesto al antiguo 4x4 y sus enseñanzas... — Él se levantó desanimado, pensando que quizás había tenido más oportunidad de ser su amigo si en lugar de rogar hubiera dicho alguna frase épica, como lo que lanzo antes de su enfrentamiento. Se volteo para irse pero la mano de 18 sobre su hombro lo detuvo. —Y es por eso que seré tu amigo. — 2 lo miro sorprendido, no entendía su lógica. —Entonces dime: ¿A dónde quieres que te lleve?— Le sonrió.