I WAS (ZIAM)

BLURB

Los ojos de Liam se cristalizaron cuando las palabras de Zayn llegaron a sus oídos.

"Estoy con ella ahora" se repetía una y otra vez en su cabeza. ¿Cómo? ¿Cómo pasó eso? ¿Cómo logró que pasara eso? La única persona que amaba y que lo amaba de vuelta ya no lo hacía, había perdido todo.

Había viajado desde Londres hasta Nueva York sólo para encontrarse con Zayn, haciendo prácticamente malabares para que los paparazis no se dieran cuenta. Esperaba tener un buen fin de semana escondidos en las colinas de L.A o encerrados en su departamento en NY, no esperaba pasar por una ruptura. Una maldita ruptura luego de siete largos y difíciles años.

"Estábamos bien... ¿qué ocurrió?", fue lo que preguntó Liam en un balbuceo, dentro de los que su pobre mente y boca pudieron crear, se sentía como si se fuera a desmayar. Necesitó sentarse para no caer, sus piernas estaban como gelatinas.

Zayn parecía no darse cuenta de cómo el castaño estaba digiriendo las nuevas buenas.

Él sólo mordió su labio y escondió su mirada: "Nunca te amé", dijo.

El castaño abrió la boca y alzó su mirada por inercia. Sorprendido, derrotado, apaleado, con el corazón roto. Dios, no quería llorar frente a otras personas. No quería ser más la víctima. Pero no se había dado cuenta cuando habían comenzado a caer las lágrimas.

El moreno, Zayn, se encontró con los ojos de Liam y sintió un dolor en su pecho. Pero las palabras de la rubia volvieron a su mente y cambió el gesto a uno que heló a Liam.

"No me malinterpretes", agregó sacudiendo su cabello. "Te admiraba, te veía como una persona que quería ser, sentía mi corazón latir fuerte cuando te veía y quería siempre tener tu atención. Y confundí eso con un capricho de niños" rió nerviosamente. "Lo sé porque probé el amor real, con ella lo siento de verdad".

"Con un capricho de niños... por siete años", murmuró Liam. Con sus puños secó las lágrimas. No quería oír más, no, no, NO. Sin embargo, el moreno siguió hablando.

En un suspiro que Liam no pasó por alto, Zayn dijo "creí que contigo fui feliz, Liam... Pero en realidad nunca fue así. Actualmente soy feliz con ella, ella me hace sentir de formas que nunca creí que me iba a sentir, que tú no me hiciste sentir nunca."

Pero yo sí lo hacía. Te amo y te amaba con mi corazón tan fuertemente que pensé que mi pecho explotaría. Y la felicidad que tenía con sólo verte sonreír no se igualaba con nada. Te entregué todo, mi confianza, mi amistad, mi lealtad, mi cuerpo, mi corazón y mis pensamientos. Pensé que con eso no sería suficiente para recompensar lo amado y feliz que me hacías sentir así que decidí regalarte mi futuro con un moño color rojo. Un futuro de ambos donde construíamos en el presente sobre los cimientos del pasado, con amor y admiración por el uno y el otro. Esperaba que lográramos tener una familia junto a un hermoso perro con el que los niños jugarían, hermosos hijos y hermosas hijas, íbamos a ser increíbles padres. Recuerdo que decíamos que los íbamos a educar con canciones escritas por nosotros, y las tardes de otoños tocaríamos el piano en familia mientras cantábamos. Pero yo nunca podría darte eso, una familia. Y al final de la historia yo salí siendo el perro que rogaba por atención, que esperaba por la llegada de su amo y le daban de comer de su palma.

"Me engañaste", sentenció Liam luego de unos segundos de silencio. Su mente estaba en blanco, no podía pensar. Sólo repetía una y otra vez lo mismo: 'no te ama ni nunca te amó, nunca lo hiciste feliz. Todas las veces que te decía que te amaba eran mentira, y tampoco nunca te deseó, ni tu cuerpo, ni tu boca, ni cuando se escondía en tus muslos y sonreía, todo eso lo fingió porque no te amaba ni te ama, no te ama ni te amaba...'. "Mientras yo pensaba que me amabas y creía que la pasabas mal por estar con ella, por fingir con ella-" sollozó y sonrió con incredulidad mirando las baldosas al lado de sus pies. No quería hablar más, pero su lengua venenosa se movió contra su voluntad "-tú la besabas de verdad y conmigo era con quién fingías." 'Me siento ridículo', susurró por lo bajo.

Alzó su mirada a la del moreno quien lo observaba con la boca abierta y un poco de remordimiento en sus ojos. Como si no hubiera querido decir todo eso.

"¿Por qué no te has ido aún, Zayn? Todo está claro", sonrío falsamente entre las lágrimas que no dejaban de caer. Entonces su sonrisa cayó y abrió los ojos y la boca en grande cuando se dio cuenta que no era su casa.

Siempre habló del departamento en NY como algo de ambos. Era la guarida de Liam y Zayn, donde ambos se refugiaban contra el mundo y se sostenían como si fueran el único soporte del otro para seguir adelante. Pero eso nunca fue así, ¿no? Sólo Liam lo sintió de esa forma. Zayn nunca lo amó.

"Lo siento", dijo rápidamente caminando hacia la habitación de ambos-ya-no-de-ambos.
El departamento lo compró Zayn pero lo habían decorado los dos, había cuadros hechos por el moreno y dibujos en los cuales Liam ayudó. Su hogar lo habían comprado en blanco, sin nada y las paredes en grises porque todo sería auténtico y propio de ambos. Pero a medida que caminaba por el pasillo hacia la habitación su mente no podía parar de reproducir recuerdos de ambos en las habitaciones que eran manchados por una nube negra y tenebrosa junto con el pensamiento de '¿Zayn habrá traído a ella al departamento?'. Y mientras sacaba la ropa del closet y sus pertenencias del baño, lo confirmó. Rezó para que no ocurriera, pero el cepillo de dientes de más dentro del vaso, o las prendas femeninas tiradas dentro del armario...

Liam sabía que sus emociones iban a pasar como el clima, que cambiarían; se harían peor y luego mejorarían de acuerdo a los días y el tiempo. Pero sinceramente, ahora sólo tenía ganas de morir.