CAPÍTULO 11

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Su teléfono no paraba de vibrar, llamada tras llamada que lo desesperaba. Sin ver quien era la persona que le sacaba de quicio en los últimos siete minutos, respondió con un grito enojado: “¡¿Qué quieres?!”.

La persona tras el parlante chasqueó su lengua contra el paladar repetidas veces. “Así no se le habla a tu jefe, Liam”.

El castaño pasó saliva y miró la pantalla, ‘Tom Harvey’, decía en letras blancas. “Lo siento”, respondió llevando nuevamente el teléfono a su oído. “¿A qué se debe esta llamada, señor Harvey?”.

“Con el bufet estamos escépticos con la interacción entre tú y Zayn vía Twitter”.

“―yo no tengo nada que ver con eso, Tom. Zayn me escribió y le di a los fans lo que querían”.

Tom rió. “Juegas bien, Liam”.

“No juego”, dijo el castaño, “es lo que siempre he hecho y lo que esperan”.

Hubo un momento de silencio entre ambos hombres. Entonces Tom preguntó “qué ocurrió con el chico del álbum que estaba aburrido de todo, ¿se quedó a esa isla desconocida y el Liam que ‘da siempre lo que los demás esperan de él’ surgió como un fénix entre las cenizas?”.

“Como un fénix”, repitió Liam riendo entre dientes. “Más bien como una gaviota”.

“Como un gorrión”, corrigió Tom, “el que siempre has sido, dulce y sensible. El que siempre de alguna manera escapa al exterior, pero logras ocultarlo rápidamente o si se queda afuera es cubierto por otra ave”.

Liam quedó desconcertado, sin responder nada. No le gustó la comparación, un gorrión era débil, pequeño, se tenía que esconder de otras aves y su pelaje era ordinario.

“Liam”, llamó Tom, “te llamaba para felicitarte por el álbum, es increíble y escucharlo fue una maravillosa experiencia”. El castaño murmuró ‘gracias’ por debajo.

“No pretendía incomodarte ni ofenderte. Déjame decirte que los gorriones siempre salen a cantar por las mañanas luego de una noche de lluvia, sus alitas pueden estar mojadas, pero siguen ahí, haciendo las mañanas estupendas. O en verano también, cantando encima de la tierra mojada que mamá regó”, Harvey rió entre dientes. “Ellos están todo el año ahí para hacernos sentir mejor, Liam”.

Una vez más no respondió, se quedó mudo, desconcertado, tratando de asimilar lo que le dijo Tom. “Comprendo”, murmuró. “Gracias por tus palabras, no me las esperaba”.

“Sé que crees que somos los malos de la película, estoy consciente de eso y comprendo si nos detestas u odias” ‘―no lo hago’, interrumpió Liam susurrando, pero Tom siguió hablando. “Debes pensar que somos hombres avarientos, malvados, que solo piensan en ellos. No sé los demás, pero yo no soy así. Bueno, excepto ambicioso, y me caes muy bien, lo siento cuando oprimí tu relación con Zayn. Y además me recuerdas a mí cuando niño. Por eso quería decirte esas palabras. Cuando necesitaba a alguien no había nadie allí y me volví frío cuando nadie se interesó. Quiero aprender de mis errores y eso me lo enseñaste en tu álbum. Considera esto como una forma de hacer las paces”.

“Estoy levemente confundido, es repentino esto”, dijo Liam.

Tom lanzó una carcajada, “simplemente quiero decir que no tengo nada contra ti. Lo de Zayn era por contrato porque no puedes salir con un compañero de banda ya que puede crear conflictos internos y exteriores, lo sabes, no era por tu orientación sexual”.

“Lo sé. Gracias por aclararlo”, Liam suspiró. “También gracias por las palabras, actualmente necesitaba una opinión parcial del álbum”.

“Te dejo, entonces. Gracias a ti por oír. Adiós”.

Liam se despidió y colgó la llamada. Quedó por unos segundos estoico en su lugar, gratamente sorprendido y a la vez confundido. Formó una sonrisa al rato, hizo que una de las personas malvadas dentro de su filme mental enmendara sus errores y se disculpara.

“¿Está todo bien?”, inquirió Kenya tocando su hombro.

“Perfecto”, respondió Liam riendo. “¿Sabes? Para celebrar el debut del álbum yo invito”.

Kenya rió “eso lo haces siempre sin necesidad de una fecha importante, Liam”, dijo. “Con el quipo nosotros te queremos celebrar y felicitar, déjanos todo a nosotros”.

“No me incomoda, Ken. Puedo hacerlo sin ningún problema”.

“Lo sabemos, cielo, pero nosotros queremos hacer algo por ti, ¿está bien?”. Ella besó su frente con cariño y luego le extendió la mano para que la siguiera hacia la sala contigua donde estaba todo el resto de su equipo.

I WAS (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora