Caído en uno de los universos más peligrosos Fell Sans deberá sobrevivir y soportar el infierno en est lugar al ser capturado por el temido Horror Sans el cual no le mató al momento por encontrar algo interesante en el.
[Historia para mayores de eda...
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Tembló ligeramente por la humeda lengua recorerle el rostro junto con caricias a sus caderas provocándole leves suspiros por lo bien que se sentía. Esto estaba mal. Muy mal.
No queria pasar de vuelta por lo mismo.
-Ngh~Espera..-
La cabeza le dolía como el infierno lo que le hacia fruncir el seño. Se quiso voltear quedando acostado de un lado. eso igualmente no detuvo a su captor en seguir manoseandolo.
Los huesos ardían...Dolían. Necesitaba ayuda por que sentia morirse ahi mismo del calor y dolores. Podía sentir el olor amargo del mayor mezclado con la sangre haciendole reaccionar a abrir las cuencas y mirarle. Sus jadeos no se iban a detener hasta no quitarse ese calor, esa necesidad...de descargarse. De dejar de sufrir por un momento tanto física como mental. Su mente se estaba quedando en blanco y quería que siguiera asi. Se agarro de los pliegues de la camisa contraria jalandola y estrujandola cerrando las cuencas dejandose acariciar y sentirlo arriba suyo.
Su calor. Su respiración sobre cada vertebra de su cuello siguiendole con la humedad que causaba la lengua sobre ellas. Se sentia que hiba a comerselo en cualquier momento. Era exitante por que lo hacia lento y con cuidado, como si le degustara.
Empezaba a sonrojarse furiosamente sintiendo como sus pómulos ardían y se sofocaba terminando jadeando sin reprochar nada. Eso le hizo entender al mayor que le gustaba...no queria que se detubiera, quería llegar a más lejos y terminar lo que tanto su cuerpo pide a gritos.
¿Sera la primera vez que se dejara llevar?
Sin miedos, sin resistencias o insultos. Solo las ganas de morirse ahí mismo y el querer tener esa experiencia una vez más para dormir y relajarse durante y después.
Lo bueno tambien es que el Caníbal no olía a muerto ahora. No le darían nauseas.
Acercó su mano a la mandíbula ajena y la guió a la suya para besarle con cuidado y que no reaccionara mal al tocarle esta vez el y por primera vez siguiendole el juego.
Entonces Horror levemente sorprendido correspondió chocando sus lenguas comenzando un beso cada vez más desesperado en deseó por sentir más.
Más fuerza en las caricias y sentir como ambas caderas se juntaban. Cerrar su visión solo hacian más intensos los estímulos.
Los jadeos de ambos se hicieron audibles al igual que a los huesos revolcandose entre las sábanas y colchón como animales peleandose en busca de más contacto entre ambos.
