MICRÓFONO.

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HoSeok pasaba sus delgados dedos por su labio inferior con lentitud, causando que una sonrisa se fuera ampliando con levedad.

Su cabeza no dejaba de recordarle lo ocurrido el día anterior, cómo el cálido tacto del peliblanco le había hecho estremecer, cómo su corazón quería rogar por más.

Cómo tenía esas ganas de besarle.

El pelinaranja dio un gran salto en su lugar, la campana característica de la recepción le sacó de sus pensamientos.

— ¡Bienvenido a Lost & Found! — El pelinaranja sonrió, con esa preciosa y poco usual forma que, quien le conociera, estaría de acuerdo que solo él era capaz de formar. Quería dejar de lado esos incoherentes pensamientos, ¿por qué el peliblanco querría besarle? Era obvio que su corazón latía por alguien más. . . alguien del exterior.

Por parte del peliblanco, que recién iba entrando, le parecía una sonrisa de lo más hermosa. Podría pasar horas enteras viéndola. Sacudió con levedad su cabeza antes de corresponderle, con una mucho más leve pero llena de felicidad por verle un día más.

— Yoonie, ¿qué traes ésta vez?

Sin siquiera notarlo, el pelinaranja ya había anotado sus datos, como siempre hacía. No le sorprendería, incluso, que ya tuviese las hojas de otros días con los datos puestos y listos para colocar una nueva fotografía. El peliblanco le entregó la foto al trabajador, éste arqueó una de sus cejas mientras la observaba.

Constaba de un micrófono y un piano; es un instrumento de cuerda percutida porque suena cuando se golpean las cuerdas. Se toca con un teclado de teclas blancas que hacen notas naturales y teclas negras que hacen notas alteradas. Este instrumento se toca sentado en un taburete y tiene unos pedales. Recordó lo que había escuchado sobre los pianos y este era uno hermoso completamente negro con unas pequeñas decoraciones. En cambio el micrófono era sencillo pero bonito era lo que más resaltaba pese a tener un tamaño pequeño pero eran sin duda aquellas iniciales en dorado le hacían hacerse notar muy especial: "MYG", HoSeok sonrió pensando que debían ser las iniciales del contrario aunque se sorprendía por ambos objetos.

— Wah, se ven muy bonitos y caros. — Sintió una presión mucho mayor a comparación de otras ocasiones, era la primera vez que el menor llegaba con algo tan costoso como ello, ¿y si no lograba encontrarlo?

— Uhm. . . Si los comparamos con otros instrumentos o pianos, no lo es tanto. — El menor pasó la diestra por su nuca, en afán por restar completa importancia al respecto.

HoSeok buscó la llave y caminaron al ascensor, encontrándose con un silencio relativamente incómodo. El día anterior había terminado de una manera inusual, y podía respirarse en el ambiente como permanecía cierta tensión sin responder. Por más que el mayor deseara ignorar esa agradable sensación, no lograba hacerlo.

— ¿De quién es el piano y el micrófono? — Fue lo único que la cabeza del mayor logró pensar con rapidez, y así destruir el silencio agobiante.

YoonGi alzó una ceja, siendo sacado de sus propios pensamientos.

— Son míos.

HoSeok sonrió, más por sorpresa que otra cosa. Sus ojos se abrieron, con un claro brillo esperanzado en ellos. Ambas manos se aferraron al cuello de la camisa de YoonGi, sacudiéndole con diversión y causando risas exageradas en el menor.

— ¡No me habías dicho que eras cantante, Yoonie! — El pelinaranja alargó sus palabras, sin dejar de sacudirle. Acciones dignas de un pequeño niño haciendo un berrinche.

YoonGi se vio obligado a cubrir su boca con el dorso de la diestra, debido a la serie de carcajadas que amenazaban con salir desde su garganta, hasta que el sonido de las puertas abriéndose les sacó a ambos de la concentración en esa escena que HoSeok decidió armar.

Lost And Found | HOPEGA. Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin