«mamada»

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Richard está teniendo un lazy day con su novia. Estas últimas semanas ambos han estado trabajando demasiado, y los dos estuvieron de acuerdo en pasar todo el día en el sofá viendo películas y ordenando comida a domicilio. El moreno se remueve contra el sofá al ver la escena en su pantalla plana. Su novia tuvo la grandiosa idea de ver todas las películas de 50 sombras de Gray y él ya sabía cómo terminaría esto.

La mano de su novia acaricia su muslo a través del pantalón de chándal maliciosamente, sin quitar los ojos de la escena en la pantalla. Sube su mano hasta llegar al elástico de esto y sin pedir permiso mete su mano adentro. Cuando sus dedos hacen contacto con la piel caliente un gemido se escapa de los labios del dominicano. Envuelve su mano alrededor de su grosor, masajeándolo de arriba hacia abajo. Pasa el pulgar por la cabeza, haciéndolo estremecerse del éxtasis. Una sonrisa se forma en los labios de la castaña al escuchar su reacción.

—Deja de burlarte de mí. —él dice con voz ronca y rasposa.

—No me estoy burlando de ti amor. —ella lo vuelve a ver con sus ojos llenos de lujuria.

—¿Qué no te estas burlando de mí? —de un movimiento la toma del cuello, acercándola a sus labios. —¿segura que no te estás burlando de mí? —susurra contra sus labios.

Con la respiración entre cortada ella lo besa lujuriosamente, lame su labio inferior para que él abra la boca y su lengua pueda entrar. Mueve su mano al ritmo del beso, aumentando la velocidad cuando el arete de la lengua hace contacto con su lengua. Se frota contra el costado del dominicano, buscando algo más, buscando esa cosa que la llevara a correrse. Una idea se le viene a la cabeza y deja de besarlo repentinamente, baja por su mandíbula y cuello, dejando rastros de besos y marcas en su piel. Se deshace de su camisa en segundos e inmediatamente sus labios hacen contacto con su pecho. Besa, lame, succiona cada parte de este hasta llegar a su abdomen.

—No me tengas esperando mami. —toma su cabello en una coleta, tratando de guiar sus movimientos.

Ella lo mira a través de sus pestañas, lamiéndose los labios. Se arrodilla enfrente de él, entre sus muslos, bajando los pantalones de chándal hasta sus tobillos. La boca se le hace agua al ver la erección de su novio a centímetros de ella, simplemente perfecta y esperando para que ella se la lleve a la boca. Se acerca a él, lamiendo lo largo del glande hasta llegar a la punta. Mira a Richard a los ojos cuando succiona con suavidad, probando su pre-semen.

—Oh. —el moreno deja salir una respiración entre cortada. —justo así muñequita. —le acaricia el cabello.

La castaña baja por lo largo de su glande otra vez, hasta llegar a sus bolas. Acaricia estas con sus manos, dejando besos alrededor. Pone una de ellas en su boca, succionando con fuerza, haciendo que el moreno arquee la espalda del placer. El agarre en su cabello se aprieta y sabe que ha hecho algo bien así que lo vuelve a hacer. Con su mano masturba su miembro mientras su lengua y boca juega con sus bolas. Al sentir que más semen está saliendo de la punta, sube por su glande otra vez y mete su pene a su boca.

Richard deja salir un ronco gemido de excitación. La calidez de su boca, la humedad de su lengua hace que le quiera coger la garganta sin piedad. Ella chupa su miembro como una jodida profesional, succionando en los lugares correctos. Ahueca sus mejillas para poder abrir más su garganta y que él pueda llegar más adentro. La castaña lo mira a través de sus pestañas otra vez y él sabe que es lo que ella quiere así que se lo da. Empuja sus caderas para enfrente, golpeando su garganta con la punta de su erecto pene. Una y otra vez, folla su boca con tanta fuerza que hasta la está ahogando. Pero ella solo lo toma, ella no protesta, no pide más, solo toma lo que su novio le quiere dar.

—Va voy a llegar. —el moreno susurra entre gemidos, sosteniendo sus mejillas mientras sigue con su violento vaivén.

La castaña abre más la boca para que pueda llegar más profundo. Richard toma eso como el permiso para que se corra en su boca.

—Tócate. —le ordena con voz áspera, sabiendo que ella está a punto de llegar también. —quiero que los dos lleguemos al mismo tiempo. —

La castaña baja una de las manos a su vulva, separando los labios de esta. Pone uno de sus dedos encima de su clítoris, masajeando este fervorosamente. Ambas manos se mueven para dar placer, una en su clítoris y la otra en la erección de su novio. Cierra los ojos y se deja ir, deja que su cuerpo se trasportado a esa esponjosa nube de éxtasis. Siente la corrida de su novio en su boca y eso la hace succionar su sensible cabeza más fuerte. Como toda una niña buena se traga la corrida, disfrutando cada gota de esta. Siente los brazos de su novio en su cuerpo, acomodándola en su regazo.

—Lo hiciste muy bien muñequita. —le susurra contra su cuello, dejando marcas en su piel.

Sube por su mandíbula hasta llegar a sus labios, besas estos probando su corrida. Ese sabor salado hace que la bese con más fervor. Ella todavía esta ida por el placer y todo se siente lejos. Escucha la voz de Richard confortándola, diciéndole lo bien que lo hizo. Y simplemente no quiere salir de ese lugar.

—Ven aquí. —susurra contra su oído, acomodándola encima de él.













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Denle mucho amor 🙏🏼♥️

Ash ◟̽◞̽

09/22/2018

𝖔𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘  • 𝕽𝖎𝖈𝖍𝖆𝖗𝖉 𝕮𝖆𝖒𝖆𝖈𝖍𝖔 •Where stories live. Discover now