15. Rendezvous (reunión).

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//En algún lugar, se ha hecho rendezvous.

El satélite secreto ha comenzado
8.5, ¿Cuál es tu señal?

A través del nuevo espacio-tiempo
Como si sólo estuviéramos tú y yo

Estoy en tus ojos...

\\ loona yyxy- rendezvous

Sol.

Me desperté de noche, después de un sueño que pareció eterno y muy difícil de recordar. No tenía razones ni memorias para intentar armar ese rompecabezas confuso que tenía en mi mente, que eran borrosos y blanquecinos como la apariencia de la habitación del hotel. Me senté en la cama mirando extrañada el lugar, todo con una rara normalidad que me absorbía, y me engañaba a creerla.

Cuando decía que todo tenía ese aspecto frío y húmedo era evidente con sólo ver las cortinas, las sábanas, la cama, el techo y hasta la ventana. Blanco. Todo era absolutamente monótono y minimalista. Mis hombros se sentían mojados y mi piel también estaba encrispada por el gélido aire de la habitación. Por alguna razón me había olvidado que había dormido con el cabello mojado anoche y hasta sentí mi almohada un poco empapada. No me gustaba este ambiente para nada cálido o incluso seguro. Miré hacía la puerta abierta del baño posando mi mirada en los azulejos donde estaba la ducha arriba de la bañera, y parecían haber palabras e imágenes flotando en el aire pero que no podía ver o siquiera adivinar de qué eran. Tampoco había sonidos, y la única cosa que percibía era mi respiración agitada. Parecía que había corrido o simplemente estaba asustada, y eso podría ser el por qué de ésta noche rara, y mis alucinaciones repentinas. Seguramente estaba cansada y con miedo de estar sola otra vez. Extrañaba mi hogar y mi comodidad. Los lugares como estos, grandes, solitarios y aburridos sacaban ese lado melancólico de mí con facilidad. Y no podía hacer nada al respecto pero ya no quería seguir pensando más en sueños locos e infinidad de cosas que parecen atormentarme de nuevo. No. Esto no podría estar pasando justo ahora que tenía que llegar a esa conferencia, o clase de arte sobre mi blog ya que mi completa llegada a Ámsterdam sería un desperdicio de ganas, tiempo y dinero. Tendría que llegar así mi vida costara por ello, así que salté de mi cama con mis pies sintiendo el frío del suelo, y me vestí rápidamente con mi valija que increíblemente no había desempacando. La moví desde el costado de la puerta y la abrí sacando lo primero que encontré procurando que sea lo bastante abrigado en vez de algo sofisticado y poco cálido. Todo se me estaba yendo de las manos pensando si llegaría tarde, y todo por estar pensando en cosas que ni siquiera entendía o lograba recordar. Todo se volvió frío en unos minutos y aún vestida sentía la necesidad de abandonar la habitación cuánto antes, así que después de tener esa importante reunión me iría en el primer tren de regreso a casa, sin dejar nada atrás.

Dejando todo como estaba, salí con prisa, cerrando la puerta partiendo al fin después de ese estado de inconsciencia mental que me obligaba a pensar en otra cosa. No podía caer otra vez en un mar de recuerdos y tristeza que tanto me obligué a no traer a mis buenos días de paz y felicidad. Pero parecía que más rápido que mis propios pasos dejando el enorme pasillo del lugar, la burbuja de comodidad se iba fisurando hasta llegar a su punto máximo, casi a punto de explotar. Sin prestar mucha atención a las cosas que mi mente trataba de decir, ya estaba parada en la puerta principal mirando particularmente hacía el costado por donde el agua corría en los costados de las calles, como pequeños afluentes tratando de desembocar en algún lugar. Los niños jugaban con barquitos de papel o cualquier cosa que flotara en el agua, lo que me indicó que había llovido y que seguramente seguiría lloviendo por el aspecto del ambiente, ya que después de todo estaba en Ámsterdam. El clima no podría ser más perfecto como para quedarse en casa resguardado del frío y el agua, pero tenía que llegar a ese lugar que estaba en la otra dirección de la que miraba y rápido, antes de que haya perdido mi valiosa oportunidad de enseñarle al mundo la importancia de los artistas y el arte mismo, antes de que pasara otro siglo más y la historia siguiera sin ser cambiada. Nada de lo que había vivido y aprendido se podía repetir. No más prejuicios e injusticias para las personas que querían ser escuchadas y reclamar por respeto y reconocimiento aunque sea por una vez en sus vidas. Necesitaba pisar fuerte mientras corría hasta el lugar, escuchando al fin buenas voces en mi mente que dirían todo frente a quién sea que estuviera en la reunión, pues yo dejaría fluir todas esas súplicas y llantos de los que fueron callados y censurados por tanto tiempo. Les daría a cada uno de ellos una voz, un canto de aliento que sentiría al estar parada ahí con la libertad ya recorriendo mis venas, y la esperanza de un cambio en mi pecho golpeando intensa.

MANIQUÍ  ➳JungkookWhere stories live. Discover now