Keep Breathing (TERMINADA)

Capitulo XI

Obi-Wan rara vez hablaba de su parte en la rebelión. Sabía que odiaba las historias de misiones clandestinas de investigación y las ocasionales acciones en vivo que aún veía cuando esas misiones salían mal, pero a veces se lo contaba a Luke, y cuando lo hacía, se encontraba escuchando, no por placer, sino por por un sentido enfermizo de curiosidad. Ella quería saber por lo que pasó. Tenía que saberlo, y como no podía obligarse a preguntar, esta era su única vía de información.

Padme se quedó de pie afuera de la puerta de la habitación de Luke, una de las pocas que se habían agregado como una adición a la casa para que cada niño tuviera su propia habitación, con un montón de ropa doblada en sus manos. Las túnicas de Obi-Wan estaban entre ellos. Habían olido a fuego un bláster, pero ella no había pregunto, y él no había explicado.

"¿Estas seguro?" escuchó a Luke preguntar, sonando ligeramente preocupado.

"Va a estar completo dentro de unos pocos años".

"¿Entonces que?"

Obi-Wan suspiró, sonando para todos los mundos como alguien que simplemente había visto demasiado. "Encontramos la manera de destruirlo. Afortunadamente, encontraremos una manera antes de eso".

"Quiero ayudar."

"Luke, hemos tenido esta conversación-"

"Sí, y cada vez me dices que cuando tenga edad suficiente puedo ayudar. Tengo diecisiete años, papá. Tengo edad suficiente".

Otro suspiro. "Luke, la guerra no es un juego, y no es divertido. Te cuento cómo se desarrollan los acontecimientos, porque sé que algún día inevitablemente estarás involucrado en todo esto. Pero no te apresures, Luke la guerra no es algo en lo que quieras involucrarte. Créeme".

Luke no entendía, Padmé lo sabía. Luke aún no se despertaba por la noche viendo cadáveres, recordando cómo se sentía estar atrapado en un transporte accidentado rodeado de ellos, esperando que llegara ayuda; cómo olían cuando yacían esparcidos por el campo de batalla, horneándose al sol; o cómo se veían decorando los pisos del Templo, esparcidos allí por alguien que se suponía que era una familia. Luke aún no lo veía, pero Obi-Wan sí, y Padme estaba allí cada vez que lo recordaba.

Ella no quería que Luke tuviera esa carga hasta que fuera absolutamente necesario.

Se escuchó el sonido de una cama cambiando, y luego una voz más joven agregó: "Pero el Imperio es malvado, papá".

Jinn. Padme frunció el ceño instintivamente. Jinn solo tenía doce años. No necesitaba escuchar historias de guerra todavía. No le gustaba especialmente que Obi-Wan compartiera con Luke, pero entendía la necesidad. Pero no Jinn. Él no necesitaba saber todavía.

"Sí, lo es. Pero-"

"Alguien tiene que derrotar al Emperador y a su perro faldero Vader", interrumpió Luke con fervor, la malicia cubriendo su voz.

Si solo él lo supiera. Nunca le habían dicho quién era Vader. La idea, le revolvió el estómago, y aunque no había dicho nada, sospechó que a Obi-Wan se le ocurría lo mismo. Aunque, tal vez por razones ligeramente diferentes.

Padmé no sabía cómo decirles a sus hijos que su padre era un monstruo; Obi-Wan no quería enfrentar el hecho de que Anakin era Darth Vader. Para él, lo que le había dicho a los niños era cierto: su padre había muerto. Anakin no era Darth Vader, y se había convencido a sí mismo de ello tan a fondo que sospechaba que estaba voluntariamente ciego ante el hecho de que los niños probablemente no verían la misma distinción. La idea de que Vader era el hombre que alguna vez fue su padre no se vería de la misma manera que él la veía. Para ellos, Vader y Anakin no serían tan simples de separar.